Suecia lucha contra el coronavirus pero sin cuarentenas rígidas. El epidemiólogo sueco, Johan Giesecke defiende esta estrategia y asegura que "todos se van a contagiar del virus hasta que haya una vacuna”.
Suecia es uno de los países europeos que ha optado por responder a la pandemia de una forma totalmente distinta al confinamiento total, medida seguida por la mayoría. Las escuelas o los restaurantes siguen abiertos. Las autoridades sanitarias apelaron a la "responsabilidad" individual en cada una de las medidas de distanciamiento social, aplicación estricta de las reglas de higiene y aislamiento en caso de síntomas.
Entre las medidas más rigurosas figuran la prohibición de las concentraciones de más de 50 personas y las visitas a las residencias de ancianos. Sin embargo, su estrategia no se basa en un confinamiento total de población. Uno de los creadores y promotores de esta estrategia es el máximo epidemiólogo sueco, Johan Giesecke, quien en una entrevista a Infobae defendió este plan estratégico sin cuarentenas rígidas ante los cuestionamientos de que Suecia no hace nada para frenar la pandemia.
“Esta enfermedad se propaga como un incendio"
“No hay evidencia científica para la mayoría de las restricciones que están tomando los países. Creo que para los políticos es importante mostrar fortaleza y acción, y observo que ese es un motivo importante para las cuarentenas estrictas. En Europa sucede que los países se siguen unos a otros. Cuando el país X ve que el país Y hizo algo, dice 'tenemos que hacer lo mismo, tenemos que establecer esa restricción'. Hubo una carrera entre los políticos”, dijo el epidemiólogo. “Esta enfermedad se propaga como un incendio y lo que uno hace no cambia demasiado. Todos se van a contagiar del virus. Todos en el mundo al final. Hasta que haya una vacuna”, agregó.
El especialista explicó que si bien algunos epidemiólogos han recomendado el confinamiento, no hay una certeza científica de que esta medida vaya a frenar la propagación del coronavirus. “Hay algunas cosas que sí sabemos científicamente, como que lavarse las manos es bueno. Lo sabemos desde hace 150 años. También sabemos que debemos mantener cierta distancia social, es decir, no acercarnos demasiado a otras personas. ¿Pero el resto? Nadie sabe si cerrar las escuelas va a tener algún efecto. Lo mismo con el cierre de fronteras, o con no permitir que la gente esté al aire libre. La infección se propaga muy poco estando al aire libre. De hecho, el riesgo es mucho menor”, precisó.
La inmunidad de rebaño
El epidemiólogo sueco, Johan Giesecke, recomendó generar la inmunidad de rebaño para frenar los contagios y reducir el impacto del virus. Explicó que para lograr esta inmunidad colectiva es necesario que se mezclen los jóvenes y los adultos de menos de 50 años. Precisó que las personas con condiciones médicas preexistentes deberían quedarse en casa.
“El virus está tratando de infectar a la población, eso es lo que el virus quiere hacer. Si la suficiente cantidad de gente está inmunizada alrededor de alguien con el virus, entonces el virus no puede infectar. Esa es una forma de explicar la inmunidad de rebaño. Pero digamos que el 70% de una población tuvo el virus, y que está inmunizada de alguna manera, eso significa que aún hay un 30% que podría contagiarse”, explicó.
“Es decir, que no se puede volver completamente a la normalidad incluso habiendo alcanzado la inmunidad de rebaño. Hay que sostener las restricciones por algún tiempo después de eso”, señaló.
El país de 10,3 millones de habitantes tomó medidas menos drásticas que sus vecinos para contener la propagación de la pandemia. Según un último reporte en Suecia, tienen un total de muertos a 3,225 por 26,322 casos confirmados.
Comparte esta noticia