Para el presidente ecuatoriano la filtración de documentos no fue imparcial, ya que se contrató a "periodistas enemigos de ciertos gobiernos".
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, insistió este martes en que es necesario que se difunda "toda la información" contenida en los llamados papeles de Panamá y llamó a poner en marcha una "campaña mundial" con ese fin.
Correa, de visita en la sede de Naciones Unidas, reiteró su mensaje de que con la filtración se ha buscado dañar a algunos Gobiernos como el suyo.
"Lo que hicieron fue contratar periodistas enemigos de ciertos Gobiernos. En nuestro caso, periodistas del diario El Comercio, del diario El Universo, que son opositores abiertos al Gobierno, para buscar por todos lados lo que pudiera hacer daño al Gobierno. Y no encontraron absolutamente nada", dijo en declaraciones a los periodistas.
"Ahora exigimos que den toda la información, para ver quién es quién. Debemos hacer una campaña mundial para que den toda la información", añadió.
Para Correa, esta "lucha selectiva contra la corrupción solo tiene un nombre: más corrupción" y es algo que "no puede ser tolerado".
En concreto, criticó que se considere a los empresarios "buenos" hasta que se demuestre lo contrario, mientras que se señala a las autoridades públicas como "malvadas" y "corruptas".
"Es una estrategia de los grupos de poder para inmovilizar al poder legítimo, democrático y que sean ellos los que continúen dominando nuestro país", denunció.
En informaciones difundidas por medios de Ecuador sobre el caso de filtración masiva de documentos de la firma Mossack Fonseca, especializada en la gestión de capitales en paraísos fiscales, se menciona entre otros al expresidente del Banco Central de Ecuador Pedro Delgado, primo de Correa, y al fiscal general del Estado, Galo Chiriboga.
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