El mandatario ecuatoriano dijo que la situación en las inmediaciones del volcán es la mayor preocupación de su Gobierno.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aseguró hoy que la situación en el volcán Cotopaxi, que en la última semana ha expulsado grandes cantidades de ceniza, es la mayor preocupación actual de su Gobierno.
El mandatario recorrió hoy algunas zonas afectadas por la caída de ceniza en la zona sur de la montaña, donde se han reportado afectaciones a cultivos y al ganado.
En una rueda de prensa en el aeropuerto de la ciudad de Latacunga, la capital de la provincia de Cotopaxi, Correa dijo que la población debe estar lista ante nuevas manifestaciones del volcán, que se encuentra activo, aunque de momento solo ha generado constantes emisiones de ceniza.
"Gracias a Dios no han habido todavía lahares" o flujos de lodo y escombros que bajen por las quebradas producto de un eventual derretimiento del glaciar que cubre la cumbre del volcán, señaló el jefe de Estado.
De momento, insistió, ha habido "caída de abundante ceniza" que en algunas zonas de la provincia "está destruyendo cultivos y está poniendo en peligro al ganado".
Lo que pasa con el Cotopaxi "es nuestra mayor preocupación en estos momentos" y por ello se ha declarado un "estado de excepción" en todo el país, por las repercusiones que eventualmente pueda generar la actividad de este volcán.
"Estamos enfrentando -reiteró- un problema muy serio" ya que el Cotopaxi es considerado uno de los volcanes nevados más grandes del mundo y también uno de los más peligrosos.
Además, el proceso eruptivo podría ser "de largo aliento", como lo ha sido el del volcán Tungurahua, situado al sur del Cotopaxi, cuya actividad comenzó en 1999 y que se ha mantenido por 16 años, intercalando periodos de alta actividad y lapsos de relativa calma.
Por ello, el mandatario aseguró que los ecuatorianos deben "estar preparados para convivir con el Cotopaxi en actividad".
El Ministerio Coordinador de Seguridad, con base en reportes del Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional, señaló en un último informe de que la actividad del Cotopaxi se mantiene con emisiones constantes de gases, en forma de nubes que salen del cráter y que han alcanzado los dos kilómetros de altura sobre la cumbre.
Además, la Policía ha reportado de una leve caída de ceniza en los sectores de Mulaló, Toacazo y Pastocalle, en la provincia de Cotopaxi.
En esa zona es común, ahora, ver a las personas ataviadas con mascarillas y gafas de protección frente a la caída de ceniza.
Muchos campesinos también han cubierto a las reses con sacos de yute para proteger a los animales de la ceniza, mientras las autoridades han emprendido programas de alimentación para el ganado.
Correa, en su recorrido por esa zona, pidió "corresponsabilidad" a sus habitantes frente al evento natural y dijo que deben "estar preparados" ante cualquier cambio de comportamiento que se advierta en la montaña.
Las acciones de capacitación y asistencia emprendida por el Gobierno, además de Cotopaxi, se ha extendido a las provincias de Napo y Pichincha, que se encuentren en la zona de influencia de la actividad de la montaña.
El volcán Cotopaxi, de 5.897 metros de altitud, se encuentra situado en el ramal oriental de la Cordillera de los Andes y es visible fácilmente desde Quito cuando está despejado.
Este nevado forma parte del casi medio centenar de volcanes que posee Ecuador y es actualmente uno de los más activos junto al Tungurahua, Reventador y Sangay.
EFE
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