La Policía española detuvo a trece personas por fracturar rodillas a inmigrantes lituanos y letones sin recursos que consentían la agresión a cambio del dinero.
La Policía española ha detenido a trece personas, lituanos, armenios y españoles, como presuntos miembros de una banda que fracturaba rodillas a inmigrantes lituanos y letones sin recursos que consentían la agresión a cambio del dinero cobrado a las aseguradoras por accidentes simulados.
Según la Policía, la banda está acusada de haber estafado 154.000 euros (unos 205.000 dólares) a varias compañías de seguros.
El grupo, acusado también de retener a dos personas durante un mes, reclutaba a inmigrantes sin recursos a los que, a cambio de una "mísera" cantidad, les rompían con su consentimiento las rodillas para hacerles pasar por víctimas de accidentes.
La investigación se inició en enero pasado cuando los agentes descubrieron que dos personas se encontraban retenidas en contra de su voluntad en una vivienda de la población valenciana de Villalonga.
Tras descubrir la identidad de los autores de la retención, la Policía estableció un dispositivo que culminó con la liberación de uno de los retenidos, ya que el otro había huido poco antes.
En esta primera fase de la operación fueron detenidas nueve personas de nacionalidades lituana, armenia y española.
Posteriormente se inició otro operativo para desarticular la trama de estafas a las compañías aseguradoras, que se saldó con otros cuatro detenidos.
El grupo organizado reclutaba a ciudadanos lituanos y letones sin recursos, les rompían las rodillas con su consentimiento y los llevaban al hospital como heridos en accidentes de tráfico.
Previamente, uno de los integrantes de la banda se arrojaba sobre un vehículo en marcha y fingía dolor para conseguir que el conductor le entregara los datos del seguro. Luego, este era sustituido por la persona a la que habían roto la rodilla.
Según la Policía, para agilizar el cobro de las indemnizaciones contaban con la colaboración de un empleado de la compañía que se embolsaba un porcentaje de la indemnización.
Los lesionados eran retenidos por la banda hasta que cobraba el montante total de la indemnización.
Los agentes allanaron dos viviendas en las que se incautaron de una pistola, una espada y cerca de 10.000 euros (unos 13.500 dólares) en efectivo. EFE
Según la Policía, la banda está acusada de haber estafado 154.000 euros (unos 205.000 dólares) a varias compañías de seguros.
El grupo, acusado también de retener a dos personas durante un mes, reclutaba a inmigrantes sin recursos a los que, a cambio de una "mísera" cantidad, les rompían con su consentimiento las rodillas para hacerles pasar por víctimas de accidentes.
La investigación se inició en enero pasado cuando los agentes descubrieron que dos personas se encontraban retenidas en contra de su voluntad en una vivienda de la población valenciana de Villalonga.
Tras descubrir la identidad de los autores de la retención, la Policía estableció un dispositivo que culminó con la liberación de uno de los retenidos, ya que el otro había huido poco antes.
En esta primera fase de la operación fueron detenidas nueve personas de nacionalidades lituana, armenia y española.
Posteriormente se inició otro operativo para desarticular la trama de estafas a las compañías aseguradoras, que se saldó con otros cuatro detenidos.
El grupo organizado reclutaba a ciudadanos lituanos y letones sin recursos, les rompían las rodillas con su consentimiento y los llevaban al hospital como heridos en accidentes de tráfico.
Previamente, uno de los integrantes de la banda se arrojaba sobre un vehículo en marcha y fingía dolor para conseguir que el conductor le entregara los datos del seguro. Luego, este era sustituido por la persona a la que habían roto la rodilla.
Según la Policía, para agilizar el cobro de las indemnizaciones contaban con la colaboración de un empleado de la compañía que se embolsaba un porcentaje de la indemnización.
Los lesionados eran retenidos por la banda hasta que cobraba el montante total de la indemnización.
Los agentes allanaron dos viviendas en las que se incautaron de una pistola, una espada y cerca de 10.000 euros (unos 13.500 dólares) en efectivo. EFE