El presidente de los Estados Unidos anunciará este martes si ratifica o deja este compromiso, del cual fue un duro crítico tanto como candidato como mandatario.
El acuerdo sobre el programa nuclear iraní prevé un levantamiento gradual y condicional de las sanciones internacionales impuestas a Irán a cambio de la garantía de que no desarrollen armas atómicas. Fue alcanzado el 14 de julio de 2015, en Viena, tras de 12 años de crisis y 21 meses de intensas negociaciones entre Irán y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Reino Unido) más Alemania.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que promete desde hace tiempo "desmantelar" un acuerdo que considera "desastroso", debe anunciar este martes si cumple su amenaza. Si lo hace, se arriesga a abrir una nueva crisis con Europa e incluso a empujar a Teherán a relanzar su programa nuclear. ¿En qué consiste el acuerdo y porqué el mandatario estadounidense se opone?
1. Reducción de la capacidad nuclear
Irán se comprometió a reducir sus capacidades nucleares (centrifugadoras, reservas de uranio enriquecido...) durante varios años. El objetivo fue impedir que fabriquen una bomba atómica, garantizándole el derecho a desarrollar una actividad nuclear civil. El Gobierno iraní siempre negó que su programa nuclear tuviera un fin militar.
Conforme a lo previsto por el acuerdo, Irán redujo el número de centrifugadoras autorizadas a enriquecer uranio a 5,060 (contra 10,200 en el momento de la firma del acuerdo) y se comprometió a no superarlo durante un período de 10 años. También aceptaron modificar su reactor de agua pesada de Araka, bajo control de la comunidad internacional, para imposibilitar la producción de plutonio con fines militares en esta instalación.
Según los términos del acuerdo, estas diferentes medidas aumentaron a un año lo que los especialistas llaman el "breakout time": el tiempo que necesitaría Teherán para fabricar una bomba atómica. En el momento de la firma del acuerdo, se consideraba que era de dos o tres meses.
2. Control
La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) es la encargada de controlar regularmente todas las instalaciones nucleares iraníes, con prerrogativas considerablemente más importantes. Irán aceptó un "acceso limitado" de la AIEA a instalaciones no nucleares, en particular militares.
En un informe publicado a finales de agosto de 2017, la AIEA certificó principalmente que Teherán no enriqueció uranio a niveles prohibidos, ni constituyó existencias ilegales de uranio débilmente enriquecido o de agua pesada, ni "continuó" la construcción de su reactor de agua pesada de Arak. El 13 de noviembre, la AIEA indicó que Irán respetaba sus compromisos.
3. Levantamiento de las sanciones
El acuerdo, validado por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 20 de julio de 2015, entró en vigor el 16 de enero de 2016 y abrió la vía a un levantamiento parcial de las sanciones internacionales contra Irán.
Los embargos de la ONU sobre las armas convencionales y los misiles balísticos se mantienen hasta 2020 y 2023, respectivamente. Sin embargo, el Consejo de Seguridad puede acordar excepciones en casos particulares. Desde entonces se han levantado numerosas sanciones internacionales, lo que abrió la puerta a la inversión extranjera.
4. Trump lanza un ultimátum
Durante su campaña, Trump condenó "el plan de acción" acordado durante el gobierno de Barack Obama, a quien reprocha "desastrosas deficiencias" en el acuerdo con Teherán. En octubre de 2017, ya como presidente, se negó a "certificar" que Teherán respetaba sus compromisos, pero aseguró que su país no se retiraba del acuerdo por el momento.
El enero de 2018, el presidente estadounidense confirmó la suspensión de las sanciones económicas levantadas en el marco del acuerdo. Sin embargo, la Casa Blanca afirmó que se trataba "de la última suspensión que va a firmar". "Es la última oportunidad", declaró Donald Trump, y exigió un "acuerdo" con los europeos para "remediar las terribles lagunas" del texto.
Ese mismo mes, lanzó un ultimátum a los europeos: les dio plazo hasta el 12 de mayo para "endurecer" el acuerdo en varios puntos: las inspecciones del OIEA, y el levantamiento progresivo -desde 2025- de ciertas restricciones a las actividades nucleares iraníes, que el mandatario estadounidense considera una bomba de tiempo. Otros puntos son que para Trump, el acuerdo no ataca directamente al programa de misiles balísticos de Teherán, ni su rol "desestabilizador" en varios países de Oriente Medio, como Siria, Yemen o Libia.
Diplomáticos y analistas están convencidos, salvo un cambio de último minuto, que Trump anunciará en la Casa Blanca, que reestablecerá, al menos parcialmente, las sanciones levantadas a Irán como parte del acuerdo suscrito en 2015 para evitar que ese país se dote de un arma nuclear. Eso implicaría, sostienen los expertos, la "muerte" del acuerdo nuclear suscrito en Viena.
(Con información de AFP)
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