Se sospecha que la matanza estuvo relacionada con las candidaturas a las próximas elecciones legislativas. Entre los muertos, hay abogados y periodistas.
Unas 21 personas fueron decapitadas hoy por hombres armados en el sur de Filipinas por una aparente disputa política relacionada con las candidaturas a las próximas elecciones legislativas, informaron fuentes militares.
Entre 50 y 100 hombres armados irrumpieron a media tarde en una oficina de la Comisión Electoral en la provincia de Maguindanao e introdujeron a las víctimas a punta de pistola en tres furgonetas, según el coronel Jonathan Ponce, portavoz del Ejército filipino en la isla de Mindanao.
Poco después, un grupo de soldados desplegado para perseguir a los secuestradores halló los cadáveres sin cabeza de trece mujeres y ocho hombres.
Varios de los muertos son abogados y periodistas y entre ellos también se encuentra la mujer y otros familiares de Ibrahim Mangudadatu, vicealcalde de la ciudad de Bulsuan en la provincia de Maguindanao y aspirante a gobernador.
Las emisoras locales aseguraron que los pistoleros son sicarios a sueldo de Unsay Ampatuan, alcalde de Buluan y jefe del clan rival de Mangudadatu. Al parecer, los esbirros de Ampatuan querían impedir que Mangudadatu presentara su candidatura a gobernador.
Sucesos de este tipo son habituales en Filipinas, donde las disputas políticas se solucionan a tiros y los responsables suelen eludir a las fuerzas de seguridad, especialmente en las provincias más pobres.
El sur de Mindanao es uno de los lugares más peligrosos de Asia por la proliferación de asesinatos por encargo y secuestros llevados a cabo tanto por organizaciones terroristas como por bandas criminales a sueldo de alcaldes y gobernadores, y la violencia se incrementará a medida que se acerque la fecha de los comicios.
La campaña para las elecciones legislativas del próximo año no arranca oficialmente hasta mayo, pero el plazo para remitir la documentación de los aspirantes a los cargos termina a finales de mes.
-EFE-
Entre 50 y 100 hombres armados irrumpieron a media tarde en una oficina de la Comisión Electoral en la provincia de Maguindanao e introdujeron a las víctimas a punta de pistola en tres furgonetas, según el coronel Jonathan Ponce, portavoz del Ejército filipino en la isla de Mindanao.
Poco después, un grupo de soldados desplegado para perseguir a los secuestradores halló los cadáveres sin cabeza de trece mujeres y ocho hombres.
Varios de los muertos son abogados y periodistas y entre ellos también se encuentra la mujer y otros familiares de Ibrahim Mangudadatu, vicealcalde de la ciudad de Bulsuan en la provincia de Maguindanao y aspirante a gobernador.
Las emisoras locales aseguraron que los pistoleros son sicarios a sueldo de Unsay Ampatuan, alcalde de Buluan y jefe del clan rival de Mangudadatu. Al parecer, los esbirros de Ampatuan querían impedir que Mangudadatu presentara su candidatura a gobernador.
Sucesos de este tipo son habituales en Filipinas, donde las disputas políticas se solucionan a tiros y los responsables suelen eludir a las fuerzas de seguridad, especialmente en las provincias más pobres.
El sur de Mindanao es uno de los lugares más peligrosos de Asia por la proliferación de asesinatos por encargo y secuestros llevados a cabo tanto por organizaciones terroristas como por bandas criminales a sueldo de alcaldes y gobernadores, y la violencia se incrementará a medida que se acerque la fecha de los comicios.
La campaña para las elecciones legislativas del próximo año no arranca oficialmente hasta mayo, pero el plazo para remitir la documentación de los aspirantes a los cargos termina a finales de mes.
-EFE-
Comparte esta noticia