La protesta se realizó en 70 ciudades del país, para pedir al presidente Barack Obama una reforma migratoria justa y frene las deportaciones
Un grupo de defensores de los derechos de los inmigrantes, entre ellos el congresista demócrata Luis Gutiérrez, protagonizaron hoy una "sentada" ante la Casa Blanca, en un acto de desobediencia civil para reclamar una reforma migratoria.
La protesta se realizó en el marco de la jornada del Primero de Mayo, que ha sacado a la comunidad inmigrante a la calle en 70 ciudades del país, para pedir al presidente Barack Obama que promueva una reforma migratoria justa y frene las deportaciones.
Este año, las reivindicaciones se han visto avivadas por la polémica ley de Arizona, que convierte en delincuentes a los indocumentados.
En Washington, con el lema de "Todos somos Arizona", miles de inmigrantes se concentraron ante la Casa Blanca y un grupo de ellos, encabezados por Gutiérrez, formaron una cadena ante la verja de la residencia oficial, en protesta por el trato que están recibiendo los inmigrantes.
"No me importa ir a la cárcel hoy, o mañana, si con eso conseguimos promover la reforma. Los latinos no nos dejamos derrotar, conseguimos lo que queremos", dijo el congresista demócrata gutierrez conocido como un fiero defensor de la reforma migratoria.
"Preferimos que nos arresten a nosotros, antes de que sigan abusando de nuestra comunidad, de nuestra gente", dijo a Efe el director ejecutivo de la organización Casa de Maryland, Gustavo Torres, que protagonizó la sentada junto al congresista, bajo la atenta mirada de las fuerzas policiales.
El mensaje que los activistas han querido lanzar al presidente Obama con las protestas de hoy en todo el país es claro, que impulse la reforma migratoria, que pare las deportaciones que dividen a las familias y que frene la ley de Arizona.
"El presidente lo puede hacer. Por eso fue que votamos por él, por eso fue que en (las elecciones del) 2008 la gran mayoría de nuestra comunidad decidió salir (a votar), porque él nos prometió que iba a parar las redadas y que iba a pasar la reforma migratoria en el primer año de Gobierno", dijo Torres.
Aunque el Día del Trabajo se celebra en los Estados Unidos el primer lunes de septiembre, el Primero de Mayo se ha convertido en una jornada de reivindicación tradicional de los derechos de los inmigrantes, desde que en 2006 salieron a la calle de costa a costa para pedir al Congreso la legalización de los más de diez millones de ilegales que se calcula hay en el país. EFE
La protesta se realizó en el marco de la jornada del Primero de Mayo, que ha sacado a la comunidad inmigrante a la calle en 70 ciudades del país, para pedir al presidente Barack Obama que promueva una reforma migratoria justa y frene las deportaciones.
Este año, las reivindicaciones se han visto avivadas por la polémica ley de Arizona, que convierte en delincuentes a los indocumentados.
En Washington, con el lema de "Todos somos Arizona", miles de inmigrantes se concentraron ante la Casa Blanca y un grupo de ellos, encabezados por Gutiérrez, formaron una cadena ante la verja de la residencia oficial, en protesta por el trato que están recibiendo los inmigrantes.
"No me importa ir a la cárcel hoy, o mañana, si con eso conseguimos promover la reforma. Los latinos no nos dejamos derrotar, conseguimos lo que queremos", dijo el congresista demócrata gutierrez conocido como un fiero defensor de la reforma migratoria.
"Preferimos que nos arresten a nosotros, antes de que sigan abusando de nuestra comunidad, de nuestra gente", dijo a Efe el director ejecutivo de la organización Casa de Maryland, Gustavo Torres, que protagonizó la sentada junto al congresista, bajo la atenta mirada de las fuerzas policiales.
El mensaje que los activistas han querido lanzar al presidente Obama con las protestas de hoy en todo el país es claro, que impulse la reforma migratoria, que pare las deportaciones que dividen a las familias y que frene la ley de Arizona.
"El presidente lo puede hacer. Por eso fue que votamos por él, por eso fue que en (las elecciones del) 2008 la gran mayoría de nuestra comunidad decidió salir (a votar), porque él nos prometió que iba a parar las redadas y que iba a pasar la reforma migratoria en el primer año de Gobierno", dijo Torres.
Aunque el Día del Trabajo se celebra en los Estados Unidos el primer lunes de septiembre, el Primero de Mayo se ha convertido en una jornada de reivindicación tradicional de los derechos de los inmigrantes, desde que en 2006 salieron a la calle de costa a costa para pedir al Congreso la legalización de los más de diez millones de ilegales que se calcula hay en el país. EFE
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