Denuncian a dos científicos por intentar realizar sacrificio humano

La Policía india está investigando un supuesto intento de sacrificio humano en el seno del Departamento de Desarrollo e Investigación de Defensa (DRDE) de la India, tras una denuncia contra dos veteranos investigadores.

La denuncia fue presentada ayer por la esposa de Sushil Sharma, un científico recién incorporado al equipo que aseguró que dos de sus superiores intentaron asesinarlo como parte de un ritual que incluía un sacrificio humano.

"Por ahora no podemos decir nada.  La cosa se aclarará cuando tomemos declaración a los científicos", dijo el superintendente adicional de Policía Manohar Verma en la ciudad de Gwalior (centro de la India) a la agencia india IANS.

La denunciante, Shradha Sharma, dijo a la Policía que los científicos M. Kameshwar Rao y A.S.S.V. Bhaskar invitaron a su marido, que estaba enfermo ese día, a su residencia en el campus del DRDE con objeto de "curarlo".

Cuando Sushil llegó al lugar, Rao estaba concentrado junto a Bhaskar en un ritual religioso y pidió al recién llegado que se echara a dormir.

"Cuando se quedó dormido, el científico arrojó agua sobre él y sacó un arma afilada, pero Sushil se despertó y escapó", dijo la denunciante.

La Policía ha abierto ya un caso contra los científicos por causar daños, intimidación criminal y confinamiento ilícito, dijo el oficial de Policía.

"Tomaremos declaración a los acusados cuando vuelvan de sus vacaciones y retomen el trabajo. Estamos investigando el asunto desde otros ángulos y recopilando información de distintas fuentes", añadió Verma.

Los sacrificios humanos, que en la actualidad son una rareza, fueron en el pasado una práctica común para distintas sectas del hinduismo, que continúan todavía hoy llevando a cabo sacrificios de animales sobre todo en los ambientes más rurales y atrasados de la India.

El DRDE es un organismo oficial que depende de la Organización de Desarrollo e Investigación de Defensa (DRDO) y se encarga de la detección de agentes biológicos y químicos tóxicos. EFE