Enfrenta acusaciones de espionaje electrónico tras descubrimiento de que al menos uno de los portátiles había tomado instantáneas de uno de los estudiantes en su casa.
El distrito escolar estadounidense de Lower Merion, en Pensilvania, ha sido acusado de espiar a sus alumnos en sus propias casas a través de cámaras web, si bien ha asegurado que lo hizo con el único objetivo de rastrear computadores desaparecidos.
El distrito se enfrenta a serias acusaciones de espionaje electrónico cuando esta semana se descubrió que al menos uno de los portátiles que distribuye a los alumnos de sus colegios de educación secundaria había tomado instantáneas de uno de los estudiantes mientras estaba en su casa.
Doug Young, portavoz del distrito escolar de Lower Merion, dijo hoy que las autoridades de educación desconocían el presunto espionaje y que siempre pensaron que las cámaras se usaban sólo en casos aislados de robo o pérdida del ordenador.
"Estamos orgullosos de haber tomado la iniciativa y haber dado portátiles a los alumnos, pero siempre que se habla de tecnología, educación y niños hay que tener una importante conversación sobre equilibrio y privacidad", declaró Young a la prensa estadounidense.
Por su parte, el superintendente del distrito escolar de Lower Merion, Christopher McGinley, se dirigió ayer a los padres de los alumnos del colegio a través de un comunicado en su página web y aseguró que las cámaras nunca se activaron con otro propósito que no fuera el de rastrear el paradero del computador.
"El dispositivo de seguridad estaba limitado a tomar una imagen instantánea del usuario del ordenador y de la pantalla de éste", escribió McGingley. "Esta herramienta sólo se usó para el único propósito de localizar un portátil perdido, robado o desaparecido".
El escándalo se inició cuando el asistente del director del colegio de Harriton, perteneciente al distrito de Lower Merion, reprendió al estudiante Blake Robbins por un presunto comportamiento inapropiado en su casa.
Los padres del alumno presentaron entonces una querella contra el centro y comprobaron con la ayuda del profesor que éste podía activar las cámaras web de los portátiles de manera remota.
Se desconoce si el computador que poseía Robbins se había dado por desaparecido y ni la familia ni el muchacho han querido hacer declaraciones a la prensa.
Lower Merion, situado en una zona suburbana de Pensilvania, es un distrito escolar acaudalado, algo no siempre frecuente en EE.UU., donde los impuestos de la propiedad financian las escuelas públicas y las zonas más ricas tienden a tener colegios mejor financiados.
El distrito distribuye portátiles gratuitamente a los alumnos de sus dos centros de educación secundaria, Lower Merion y Harriton. EFE
El distrito se enfrenta a serias acusaciones de espionaje electrónico cuando esta semana se descubrió que al menos uno de los portátiles que distribuye a los alumnos de sus colegios de educación secundaria había tomado instantáneas de uno de los estudiantes mientras estaba en su casa.
Doug Young, portavoz del distrito escolar de Lower Merion, dijo hoy que las autoridades de educación desconocían el presunto espionaje y que siempre pensaron que las cámaras se usaban sólo en casos aislados de robo o pérdida del ordenador.
"Estamos orgullosos de haber tomado la iniciativa y haber dado portátiles a los alumnos, pero siempre que se habla de tecnología, educación y niños hay que tener una importante conversación sobre equilibrio y privacidad", declaró Young a la prensa estadounidense.
Por su parte, el superintendente del distrito escolar de Lower Merion, Christopher McGinley, se dirigió ayer a los padres de los alumnos del colegio a través de un comunicado en su página web y aseguró que las cámaras nunca se activaron con otro propósito que no fuera el de rastrear el paradero del computador.
"El dispositivo de seguridad estaba limitado a tomar una imagen instantánea del usuario del ordenador y de la pantalla de éste", escribió McGingley. "Esta herramienta sólo se usó para el único propósito de localizar un portátil perdido, robado o desaparecido".
El escándalo se inició cuando el asistente del director del colegio de Harriton, perteneciente al distrito de Lower Merion, reprendió al estudiante Blake Robbins por un presunto comportamiento inapropiado en su casa.
Los padres del alumno presentaron entonces una querella contra el centro y comprobaron con la ayuda del profesor que éste podía activar las cámaras web de los portátiles de manera remota.
Se desconoce si el computador que poseía Robbins se había dado por desaparecido y ni la familia ni el muchacho han querido hacer declaraciones a la prensa.
Lower Merion, situado en una zona suburbana de Pensilvania, es un distrito escolar acaudalado, algo no siempre frecuente en EE.UU., donde los impuestos de la propiedad financian las escuelas públicas y las zonas más ricas tienden a tener colegios mejor financiados.
El distrito distribuye portátiles gratuitamente a los alumnos de sus dos centros de educación secundaria, Lower Merion y Harriton. EFE
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