Ambos torbellinos que se dirigen a la isla Luzón tocarían tierra en las próximas 48 horas. Según los especialistas una de las tormentas puede transformarse en tifón.
Una depresión tropical y un sistema de bajo presión se dirigen por el Océano Pacífico a la isla filipina de Luzón, asolada el pasado sábado por la tormenta tropical "Ketsana", que causó, hasta el momento, 86 muertos, 32 desaparecidos y dejó a 435.000 personas sin hogar.
"Es muy posible que uno aumente de intensidad y se transforme en tifón", advirtió hoy Nathaniel Cruz, meteorólogo de la Administración de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos (Pagasa).
Sin embargo, por ahora ambos torbellinos están bastante lejos del archipiélago, es difícil que puedan tocar tierra antes de 48 horas y podrían desviarse antes hacia Taiwán.
La del sábado fue la mayor tormenta sufrida en Manila desde 1967, pues en apenas doce horas cayó sobre la ciudad una cantidad de lluvia superior a la media mensual para esta época del año.
"Ketsana", de nombre local "Ondoy", tocó tierra en Filipinas la madrugada del sábado con vientos superiores a los 100 kilómetros por hora y ya abandonó el archipiélago con dirección al sur de China.
EFE
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