Un hombre, debía ser ejecutado el martes, pero sus abogados presentaron una demanda argumentando que podría morir con mucho dolor si el medicamento estaba contaminado.
Un juez federal bloqueó el lunes la ejecución de un hombre de 48 años en el estado de Arizona (sur de EEUU), después de que las autoridades se negaron a divulgar el origen de la droga que planeaban utilizar para la inyección letal.
Jeffret Landrigan, condenado a muerte en 1990 por asesinato, debía ser ejecutado el martes, pero sus abogados presentaron una demanda argumentando que podría morir con mucho dolor si el medicamento estaba contaminado.
La escasez de tiopental sódico, un anestésico usado en la inyección letal, forzó el aplazamiento de ejecuciones por ese método en Estados Unidos.
Las autoridades de Arizona dijeron tener la droga, aunque se niegan a revelar dónde fue fabricada.
A raíz de ello, el juez federal de Arizona Roslyn Silver ordenó el lunes aplazar la ejecución de Landrigan, aduciendo que se necesitaba más tiempo para examinar el caso, y determinar si la droga era la adecuada.
"La corte no puede determinar si la droga fue producida por una empresa extranjera que sigue los procedimientos estándar para la fabricación o que no tiene antecedentes de contaminación", dijo.
AFP
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