´La legislación que el presidente (Barack Obama) firme no cubrirá a los inmigrantes ilegales´, señaló un representante de la Casa Blanca.
Los inmigrantes indocumentados no podrán beneficiarse en ningún caso de la reforma de salud que busca el presidente Barack Obama, insistió
En su rueda de prensa diaria, el portavoz de
Gibbs habló así después de que en su discurso ante el Congreso Obama aseguró: "Las reformas que propongo no se aplicarán a quienes se encuentran aquí ilegalmente".
En el momento en el que Obama hizo esa afirmación, el congresista republicano Joe Wilson gritó desde su asiento: "¡Miente!", un incidente que fue muy criticado tanto por demócratas como por los propios republicanos.
Pero el presidente estadounidense también mencionó en su discurso que su reforma buscaría dar cobertura a los "más de 30 millones" de estadounidenses que carecen de seguro médico.
Las cifras del Censo dadas a conocer hoy indican que los residentes en Estados Unidos que carecen de cobertura sanitaria son 46,3 millones de personas.
Gibbs explicó esa discrepancia al indicar que la cifra mencionada por el presidente excluía específicamente a los inmigrantes ilegales, uno de los colectivos más afectados por el problema de falta de cobertura.
Los republicanos consideran que la reforma podría extenderse también a los indocumentados porque no existe una enmienda específica que lo prohíba. Tampoco existe ninguna que la autorice.
En su discurso, Obama apuntó a la creación de una bolsa de aseguradoras a donde los ciudadanos podrían acudir para contratar una póliza asequible y que proporcionara cuidados médicos de calidad.
El portavoz insistió en que los inmigrantes indocumentados no podrán acudir de modo privado a esa bolsa y contratar su propio seguro de salud.
Preguntado en varias ocasiones acerca de si dejar sin cobertura hasta 16 millones de inmigrantes ilegales pondría en peligro los objetivos de la reforma, Gibbs insistió en que el presidente busca "proporcionar acceso universal a la cobertura a los ciudadanos estadounidenses".
No es la primera ocasión en que el presidente estadounidense afirma que la medida no se extenderá a los indocumentados. En una reciente entrevista en radio ya se manifestó en este sentido.
EFE
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