Marcelo Ebrard denunció por daño moral al prelado Juan Sandoval, quien le acusó de corromper a magistrados de la Suprema Corte para validar los matrimonios homosexuales.
El alcalde de la capital mexicana, Marcelo Ebrard, presentó hoy una demanda por daño moral contra el cardenal Juan Sandoval Ìñiguez, quien le acusó de corromper a magistrados de la Suprema Corte para validar los matrimonios homosexuales.
La querella, interpuesta ante el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), pide, además, la reparación del daño causado por las declaraciones de Sandoval y solicita una sanción económica para el cardenal, informaron a Efe fuentes cercanas al caso.
Asimismo, la acción legal se hizo extensiva al portavoz de la Archidiócesis Primada de México, Hugo Valdemar, quien esta semana señaló que las leyes aprobadas en el Distrito Federal hacían más daño "que el narcotráfico".
De esta forma, Ebrard cumplió su amenaza de demandar a los jerarcas, en particular a Sandoval, si este no se retractaba tras haber acusado al regidor de sobornar a los jueces para que aprobarán la constitucionalidad de los matrimonios homosexuales, así como la adopción por parte de estas parejas que quedó avalada esta semana.
En un mensaje ante los medios tras formalizar la demanda, Ebrard dijo que presentó la demanda "no sólo como defensa de mi honra y mi prestigio, sino además como defensa del principio histórico mexicano de separación entre la Iglesia y el Gobierno".
Según Ebrard, consentir una declaración donde se le acusa de sobornar a los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sería admitir "que se borre esta separación que garantiza nuestra libertad".
"Les recuerdo al cardenal, a los prelados y a los voceros que han estado denostando, desprestigiando y amenazando al Gobierno del Distrito Federal y a la SCJN que vivimos en un Estado laico", añadió Ebrard.
En marzo pasado entraron en vigor las modificaciones del Código Civil del Distrito Federal que permiten las bodas entre personas del mismo sexo en Ciudad de México, las cuales fueron aprobadas por el congreso capitalino, y recurridas sin éxito por el Gobierno federal, a través de la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía).
La constitucionalidad de las bodas de parejas homosexuales quedó avalada por el Supremo el pasado 5 de agosto y el día 12 del mismo mes se determinó que todos los estados debían reconocer esos matrimonios.
La nueva polémica con el cardenal surgió el pasado 15 de agosto, la víspera de que la SCJN aprobara la constitucionalidad de las adopciones para las parejas de lesbianas y homosexuales.
Entonces Sandoval Íñiguez dijo ante la prensa en Aguascalientes (centro) que Ebrard, del izquierdista PRD, y una serie de "organismos internacionales" que no identificó, habían "maiceado" (sobornado) a los magistrados para que aprobaran las bodas y las adopciones para parejas homosexuales.
"No sé si a alguno de ustedes (declaró el religioso ante varios periodistas) les gustaría que lo adoptaran un par de lesbianas o un par de maricones. Creo que no", agregó entonces el cardenal de Guadalajara, quien se refirió al Alto Tribunal como la "Suprema Decepción" ante la prensa.
Tras sus afirmaciones, los dichos del cardenal fueron severamente reprobados en el pleno del día siguiente por los once magistrados de la SCJN de modo unánime en un "voto de censura".
-EFE-
La querella, interpuesta ante el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), pide, además, la reparación del daño causado por las declaraciones de Sandoval y solicita una sanción económica para el cardenal, informaron a Efe fuentes cercanas al caso.
Asimismo, la acción legal se hizo extensiva al portavoz de la Archidiócesis Primada de México, Hugo Valdemar, quien esta semana señaló que las leyes aprobadas en el Distrito Federal hacían más daño "que el narcotráfico".
De esta forma, Ebrard cumplió su amenaza de demandar a los jerarcas, en particular a Sandoval, si este no se retractaba tras haber acusado al regidor de sobornar a los jueces para que aprobarán la constitucionalidad de los matrimonios homosexuales, así como la adopción por parte de estas parejas que quedó avalada esta semana.
En un mensaje ante los medios tras formalizar la demanda, Ebrard dijo que presentó la demanda "no sólo como defensa de mi honra y mi prestigio, sino además como defensa del principio histórico mexicano de separación entre la Iglesia y el Gobierno".
Según Ebrard, consentir una declaración donde se le acusa de sobornar a los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sería admitir "que se borre esta separación que garantiza nuestra libertad".
"Les recuerdo al cardenal, a los prelados y a los voceros que han estado denostando, desprestigiando y amenazando al Gobierno del Distrito Federal y a la SCJN que vivimos en un Estado laico", añadió Ebrard.
En marzo pasado entraron en vigor las modificaciones del Código Civil del Distrito Federal que permiten las bodas entre personas del mismo sexo en Ciudad de México, las cuales fueron aprobadas por el congreso capitalino, y recurridas sin éxito por el Gobierno federal, a través de la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía).
La constitucionalidad de las bodas de parejas homosexuales quedó avalada por el Supremo el pasado 5 de agosto y el día 12 del mismo mes se determinó que todos los estados debían reconocer esos matrimonios.
La nueva polémica con el cardenal surgió el pasado 15 de agosto, la víspera de que la SCJN aprobara la constitucionalidad de las adopciones para las parejas de lesbianas y homosexuales.
Entonces Sandoval Íñiguez dijo ante la prensa en Aguascalientes (centro) que Ebrard, del izquierdista PRD, y una serie de "organismos internacionales" que no identificó, habían "maiceado" (sobornado) a los magistrados para que aprobaran las bodas y las adopciones para parejas homosexuales.
"No sé si a alguno de ustedes (declaró el religioso ante varios periodistas) les gustaría que lo adoptaran un par de lesbianas o un par de maricones. Creo que no", agregó entonces el cardenal de Guadalajara, quien se refirió al Alto Tribunal como la "Suprema Decepción" ante la prensa.
Tras sus afirmaciones, los dichos del cardenal fueron severamente reprobados en el pleno del día siguiente por los once magistrados de la SCJN de modo unánime en un "voto de censura".
-EFE-
Comparte esta noticia