Entre los reos había mujeres, un musulmán que se convertirá al catolicismo y un argentino.
El papa Francisco lavó este Jueves Santo los pies a doce internos de una cárcel cercana a Roma y los animó a ayudar a sus compañeros de celda. El pontífice fue hasta el reclusorio de Paliano, que tiene internados a 70 personas.
Ante ellos Francisco explicó que el lavado de pies no es "folclore" sino una tarea que los esclavos realizaban antiguamente cuando llegaba alguien a casa para limpiar el polvo de sus zapatos, pero que Jesús lo hizo con la voluntad de sembrar amor.
Mensaje mundial. "Él, que era el jefe, que era Dios, lavó los pies a sus discípulos (...) Esto lo hacían los esclavos. Jesús dio la vuelta a esto y lo hizo Él. Había venido al mundo para servir, para servirnos, para amarnos hasta el final", dijo el papa.
El papa animó a los reclusos a que cumplan con ese símbolo y que ayuden a sus compañeros de la cárcel si necesitan algún tipo de asistencia.
Tras su homilía, el papa lavó los pies a doce de los detenidos, entre ellos tres mujeres, un musulmán que se convertirá al Catolicismo en junio, cuando sean bautizados, un argentino y un albanés, mientras que el resto fueron italianos.
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