Se reporta que en los albergues, las afecciones que más se registran son infecciones respiratorias, enfermedades en la piel y diarreas.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó que en las próximas semanas podrían registrarse brotes de enfermedades respiratorias agudas, diarreas, cólera y dengue producto de la humedad y el hacinamiento en el que se encuentra la población afectada y específicamente por el consumo de alimentos y agua contaminados.
Ante ello, el representante de la OPS/OMS en Guatemala, Pier Paolo Balladeli, indicó se trabaja en la búsqueda de recursos económicos para paliar la crisis, y comprar de medicamentos, insumos quirúrgicos y atención al brote del dengue, entre otras cosas.
Por su parte, el epidemiólogo del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), Fernando Ortíz señala que la población más vulnerable a ese tipo de problemas es la que debió acudir a albergues temporales tras quedarse sin casa y sin saneamiento ambiental.
Según Ortíz, es de "vital importancia" mantener vigilancia epidemiológica sobre el comportamiento de enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias agudas.
También instó a evitar otro tipo de brotes infectocontagiosos, como hongos en los pies, manos o cualquier parte del cuerpo provocado por bacterias.
"Los más afectados suelen ser los niños y los adultos mayores, o bien pacientes que sufren de alguna enfermedad crónica, por lo que (se) recomendó que se realice una consulta preventiva y curativa cuando sea necesario, además de dotar de agua potable en los albergues", dijo Ortíz a la AFP.
La OPS también manifestó su preocupación ante la posibilidad de que se acentúen los casos de desnutrición en el corredor seco (este) debido a que las lluvias destrozaron las cosechas, aspecto que podría repercutir en la escasez de alimentos.
Brigadas del Ministerio de Salud reportan que en los albergues, a nivel nacional, las afecciones que más se registran son infecciones respiratorias, enfermedades en la piel y diarreas.
Sin embargo, Antonio Garavito, director de la Liga de Higiene Mental va más allá y sostiene que los damnificados también deben recibir atendión psicológica, pues a su criterio, unos 90 días después de los desastres pueden sufrir algún trastorno al dimensionar sus pérdidas.
"La salud mental de las personas que han perdido sus pertenencias, viviendas y seres queridos podría verse afectada si no es atendida a tiempo, pueden pasar unos tres meses luego de los desastres para que las personas vean la dimensión de lo que han perdido materialmente o sientan la ausencia de un ser querido", afirmó a la AFP.
Garavito destacó que es en ese momento cuando se pueden presentar enfermedades mentales como depresión, angustia y ansiedad.
El gobierno guatemalteco anunció este viernes el inicio de un plan de recuperación y reconstrucción por los estragos ocasionados por Agatha, la primera tormenta tropical de la temporada, y la erupción del volcán Pacaya.
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