Según se conoció, la empresa "inflaba" cuentas con fondos falsos mediante operaciones irregulares en Filipinas. "Un escándalo así debe ser señal de alarma de que necesitamos más controles", comentó el ministro de Finanzas, Olaf Scholz.
El gobierno alemán denunció el jueves un "escándalo sin precedentes en el mundo de las finanzas" tras la quiebra de la compañía de pagos en línea Wirecard, en el centro de un vasto fraude de cerca de 2 000 millones de euros (unos 2 240 millones de dólares).
"Un escándalo de este tipo debe ser una señal de alarma que demuestre que necesitamos más controles", declaró el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, a la prensa en Berlín.
La empresa, con 6 000 trabajadores, "inflaba" sus cuentas con fondos ficticios, mediante operaciones irregulares en Filipinas.
El gabinete que auditaba la empresa, EY (Ernst & Young), rechazó certificar sus cuentas de 2019, y denunció "índices claros" de "un fraude de gran envergadura que implica a varias partes e instituciones en el mundo, con el objetivo de engañar" a los servicios fiscales.
Caso emblemático de fraude
El caso recuerda al del gigante del sector de la energía Enron en Estados Unidos, que a principios de los años 2000 cayó en la ruina tras haber falsificado sus cuentas.
Frente a los 17 000 millones de euros que valía la empresa en su mejor momento, Wirecard pesa apenas unos cuantos centenares de millones de euros en la actualidad, y su acción cotizaba a apenas 3,53 euros (unos 5 dólares) en la bolsa de Fráncfort este jueves.
La prensa alemana ha denunciado desde principios de junio la colaboración de todo el sistema financiero en el caso. Ni las instituciones encargadas de controlar, ni la agencias de calificación, ni los auditores, bancos ni compañías inversores sospechaban aparentemente nada, a pesar de que Wirecard utilizaba miles de millones de euros de ahorristas para sus operaciones fraudulentas.
Wirecard operaba como una empresa de cambio, efectuando transacciones para aerolíneas, agencias de viajes, farmacias en línea. Para sus operaciones cobraba una comisión, en calidad de prima de riesgo.
Pero desde 2015 ese modelo suscitaba rumores de fraude, y el año pasado el Financial Times mencionó esas sospechas, sin que se abriera ninguna investigación oficial. La empresa presentó suspensión de pagos este jueves, y reconoció "amenazas de insolvencia y sobreendeudamiento".
El ex presidente de la sociedad, Markus Braun, acusado de haber aumentado artificialmente el volumen de negocios, fue acusado de fraude esta semana, y está en libertad bajo caución.
(Con información de AFP)
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