El internacionalista Ariel Segal explicó en RPP Noticias detalles sobre la tensión que vive el país del Medio Oriente y las potencias involucradas.
Estados Unidos envió un ataque con 70 misiles de crucero Tomahawk sobre la base aérea desde donde salieron las naves que lanzaron bombas químicas hace algunos días. Esta acción supone una nueva etapa del conflicto que involucra también a Rusia, aliado del presidente Bachar Al Asad. El internacionalista Ariel Segal dio aproximaciones sobre este hecho en RPP Noticias.
"Es un ataque limitado, aunque suena muy duro cuando se escucha que son más de 50 misiles, todos fueron lanzados de un rango corto, es más simbólico que otra cosa, no detiene la posibilidad de que Asad, en el futuro, pueda usar bombas biológicas o químicas contra su población", comentó el experto.
Los antecedentes. La posibilidad de un bombardeo no es nueva para EE.UU. En 2011, Barack Obama dejó sentada la 'línea roja' que buscaba evitar este tipo de ataques. En 2013, el entonces presidente estuvo a punto de bombardear, sin embargo Putin lo convenció de que no lo hiciera y le prometió que Siria entregaría todas las armas químicas.
"Las entregó, pero no todas. Ahora, Donald Trump ha hecho lo que Obama iba a hacer en el año 2013 luego de que las fuerzas leales al presidente sirio usaran estas armas", dijo Segal a RPP.
Las posibles respuestas. No hay relaciones óptimas entre EE.UU y Rusia. Se congelaron por los bombardeos y la crisis en Siria. Las divergencias se han atizado cada vez más. Los dos países casi no tienen acercamientos diplomáticos. Sin Rusia, el ejército sirio no representa un poderío importante como para ensayar una respuesta a este ataque, según el experto.
"Los sirios no tienen capacidad de reacción ante el tipo de armamento norteamericano. Los rusos sí la tienen. No creo que Rusia entre en confrontación directa tras este ataque limitado. Los rusos van a condenar a Trump a nivel discursivo pero no veo que vayan a hacer un ataque directo", expresó.
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