Concursos de estatuas de nieve, bodas multitudinarias de parejas sobre el hielo e incluso combates de boxeo bajo cero serán otras actividades del festival.
La ciudad de Harbin, en el extremo norte de China y con temperaturas hoy de hasta 27 grados bajo cero, inauguró su XXVI Festival de la Nieve y el Hielo, una fiesta que durará varios meses y que tendrá como estrellas, como cada año, gigantescas estatuas de nieve y agua helada.
En este año, los visitantes podrán disfrutar con réplicas en hielo del Coliseo de Roma o del Ejército de Terracota de Xian, además de famosas iglesias e incluso mezquitas de todo el mundo, que por la noche se iluminan con bombillas de colores en el interior de los bloques helados.
Concursos de estatuas de nieve, bodas multitudinarias de parejas sobre el hielo e incluso combates de boxeo bajo cero serán otras actividades del festival, que este año sobrepasa el cuarto de siglo y cada vez es más conocido por los turistas.
Muchos acuden a la ciudad para conocer este espectáculo único, aunque también son muchos los procedentes del sur de China (Hong Kong, por ejemplo) que nunca han visto la nieve ni han experimentado un invierno tan extremo como el de Harbin, donde los termómetros pueden llegar hasta los 40 grados bajo cero.
Harbin es también un centro de práctica de deportes invernales como el esquí, y aspira a acoger en el futuro los Juegos Olímpicos de Invierno (el pasado año ya organizó la Universiada).
El festival deriva de las celebraciones del Año Nuevo chino, que en Harbin y otras zonas del noreste chino se suelen acompañar de "linternas heladas", frente a los habituales farolillos de otras partes del país asiático.
Después, en los años 60, comenzaron a construirse estatuas de hielo y nieve, a imitación de festivales similares en Rusia o Japón, aunque en los años de la Revolución Cultural (1966-76) estas celebraciones se suspendieron y no regresaron hasta 1985, año del primer festival oficial de Nieve y Hielo.
Además, Harbin fue antigua colonia rusa a principios del siglo XX, por lo que el centro de la ciudad posee una arquitectura europea muy similar a la del país vecino. EFE
En este año, los visitantes podrán disfrutar con réplicas en hielo del Coliseo de Roma o del Ejército de Terracota de Xian, además de famosas iglesias e incluso mezquitas de todo el mundo, que por la noche se iluminan con bombillas de colores en el interior de los bloques helados.
Concursos de estatuas de nieve, bodas multitudinarias de parejas sobre el hielo e incluso combates de boxeo bajo cero serán otras actividades del festival, que este año sobrepasa el cuarto de siglo y cada vez es más conocido por los turistas.
Muchos acuden a la ciudad para conocer este espectáculo único, aunque también son muchos los procedentes del sur de China (Hong Kong, por ejemplo) que nunca han visto la nieve ni han experimentado un invierno tan extremo como el de Harbin, donde los termómetros pueden llegar hasta los 40 grados bajo cero.
Harbin es también un centro de práctica de deportes invernales como el esquí, y aspira a acoger en el futuro los Juegos Olímpicos de Invierno (el pasado año ya organizó la Universiada).
El festival deriva de las celebraciones del Año Nuevo chino, que en Harbin y otras zonas del noreste chino se suelen acompañar de "linternas heladas", frente a los habituales farolillos de otras partes del país asiático.
Después, en los años 60, comenzaron a construirse estatuas de hielo y nieve, a imitación de festivales similares en Rusia o Japón, aunque en los años de la Revolución Cultural (1966-76) estas celebraciones se suspendieron y no regresaron hasta 1985, año del primer festival oficial de Nieve y Hielo.
Además, Harbin fue antigua colonia rusa a principios del siglo XX, por lo que el centro de la ciudad posee una arquitectura europea muy similar a la del país vecino. EFE
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