La portavoz del Gobierno francés, Valérie Pécresse, anunció que se están evaluando los riesgos ligados a las prótesis de la marca PIP, luego de una denuncia periodística.
La portavoz del Gobierno francés, Valérie Pécresse, anunció hoy que se están evaluando los riesgos ligados a las prótesis mamarias de la marca PIP (Poly Implants Prothèses) para solicitar, dependiendo de los resultados, que sus portadoras se los retiren.
Sus declaraciones se producen en respuesta a la información difundida por el diario Libération, según la cual las autoridades sanitarias tienen decidida ya esa medida a modo de precaución, tras la sospecha de que esas prótesis causaron la muerte de al menos una mujer y se consideran una amenaza para sus usuarias.
"Estamos en un proceso de evaluación de esas prótesis mamarias ante los riesgos de cáncer que aparecen", dijo la representante del Ejecutivo galo, según la cual "el Gobierno anunciará de aquí a finales de semana su plan de acción".
Lo más urgente hasta la fecha, según Pécresse, es hacer un censo de todas las mujeres que optaron por el modelo PIP "y están potencialmente en peligro", así como que dichas mujeres vayan a ver a su cirujano.
La ministra añadió que en caso de tratarse de una urgencia sanitaria y de salud pública, el costo de esa operación correría a cargo de la Seguridad Social.
Cabe precisar que el diario Libération señaló que en todo el mundo podría haber unas 300.000 mujeres con ese tipo de implantes, en los que la compañía habría utilizado silicona industrial de uso no médico, mientras que solo en Francia, del medio millón que se habrían aumentado el pecho, unas 30.000, según sus datos, habrían recurrido a ellas.
La hipotética petición de que se quiten las prótesis se trataría de una "decisión única en la historia de la cirugía estética", añadió ese rotativo, que recordó que el director general de la Sanidad francesa, Jean-Yves Grall, reveló la semana pasada que se han detectado ocho casos de cáncer en pacientes con PIP.
Con información de EFE
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