En septiembre del año pasado, Morales también declaró "persona non grata" al embajador de Washington en La Paz, Philip Goldberg.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, declaró hoy "persona non grata" al diplomático de la embajada de Estados Unidos en La Paz Francisco Martínez, al que acusó de conspirar con sus opositores y que su Gobierno ha vinculado con la CIA.
Según Morales, este funcionario estadounidense de origen mexicano "era el contacto permanente con grupos opositores durante toda la etapa de conspiración", en alusión directa al "golpe de estado cívico-prefectural" que, según el Gobierno boliviano, intentó la oposición el año pasado.
"Era la persona de la embajada de EE.UU. que se contactaba con algunos ex policías que operaban en el Centro de Operaciones Especiales (de la Policía boliviana) y hoy día decidí declararlo "persona non grata"", dijo Morales en un discurso en el Palacio de Gobierno de La Paz.
El mes pasado, funcionarios de Washington negaron las primeras acusaciones que en su momento hizo el Gobierno de Morales contra Martínez, que está acreditado como segundo secretario de la embajada estadounidense en La Paz.
Morales subrayó hoy que se han hecho "profundas investigaciones" sobre Martínez y pidió al ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, comunicar a la embajada de EE.UU. su decisión "por la dignidad de los bolivianos y para acabar con la corrupción externa".
A fines del mes pasado, el Gobierno de Morales sostuvo que Francisco Martínez realiza en La Paz "labores de coordinación, enlace y articulación" con al menos un agente boliviano de la CIA (Agencia Central de Inteligencia).
Entonces, el ministro de Gobierno (Interior), Alfredo Rada, precisó que Martínez sostenía reuniones con Rodrigo Carrasco, ex capitán de la policía boliviana actualmente acusado de espionaje y de montar una red de corrupción en la petrolera estatal YPFB.
En septiembre del año pasado, Morales también declaró "persona non grata" al embajador de Washington en La Paz, Philip Goldberg, al que acusó igualmente de conspirar en su contra.
Esta decisión fue replicada por Estados Unidos con la expulsión a su vez del embajador boliviano Gustavo Guzmán. EFE
Según Morales, este funcionario estadounidense de origen mexicano "era el contacto permanente con grupos opositores durante toda la etapa de conspiración", en alusión directa al "golpe de estado cívico-prefectural" que, según el Gobierno boliviano, intentó la oposición el año pasado.
"Era la persona de la embajada de EE.UU. que se contactaba con algunos ex policías que operaban en el Centro de Operaciones Especiales (de la Policía boliviana) y hoy día decidí declararlo "persona non grata"", dijo Morales en un discurso en el Palacio de Gobierno de La Paz.
El mes pasado, funcionarios de Washington negaron las primeras acusaciones que en su momento hizo el Gobierno de Morales contra Martínez, que está acreditado como segundo secretario de la embajada estadounidense en La Paz.
Morales subrayó hoy que se han hecho "profundas investigaciones" sobre Martínez y pidió al ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, comunicar a la embajada de EE.UU. su decisión "por la dignidad de los bolivianos y para acabar con la corrupción externa".
A fines del mes pasado, el Gobierno de Morales sostuvo que Francisco Martínez realiza en La Paz "labores de coordinación, enlace y articulación" con al menos un agente boliviano de la CIA (Agencia Central de Inteligencia).
Entonces, el ministro de Gobierno (Interior), Alfredo Rada, precisó que Martínez sostenía reuniones con Rodrigo Carrasco, ex capitán de la policía boliviana actualmente acusado de espionaje y de montar una red de corrupción en la petrolera estatal YPFB.
En septiembre del año pasado, Morales también declaró "persona non grata" al embajador de Washington en La Paz, Philip Goldberg, al que acusó igualmente de conspirar en su contra.
Esta decisión fue replicada por Estados Unidos con la expulsión a su vez del embajador boliviano Gustavo Guzmán. EFE
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