Durante su discurso por la celebración de los 185 años de fundación de Bolivia, el presidente de ese país expresó su profunda preocupación por estos problemas.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, admitió hoy como "debilidades estructurales" el crecimiento del narcotráfico y contrabando en el país e instó a todas las autoridades a trabajar para superarlos.
Morales expresó su "profunda preocupación" por estos "problemas", en su discurso pronunciado a propósito de la celebración de los 185 años de la fundación de Bolivia, realizada con una sesión de honor en la ciudad oriental de Santa Cruz (este), feudo de opositores, a los que además pidió pasar de la confrontación a la unidad.
Sobre el narcotráfico, el mandatario afirmó que proviene de "redes internacionales" delictivas y no del productor de hoja de coca y admitió que lo hecho por su Gobierno contra ello "todavía no es suficiente".
"Reitero mi sentimiento de que el narcotráfico está más equipado que el Estado (...) Lo enfrentamos, pero los datos dicen que no es suficiente", sostuvo, a la vez que instó a un trabajo con toda la comunidad internacional para que la lucha contra la droga "tenga cierta efectividad".
Morales aún es máximo dirigente de los productores campesinos de la zona del Chapare, donde se cultiva la hoja de coca que es usada para fabricar cocaína, pero también es usada en Bolivia para fines culturales y medicinales y otro tipo de industrias legales.
A propósito del contrabando, Morales se mostró contrariado por la actuación de "algunos importadores que corrompen" a funcionarios de aduanas para poder pasar su mercancías, y reiteró la voluntad de su Gobierno para luchar contra ello.
"Luchar contra el contrabando es defender el mercado interno y el producto nacional, y es nuestra obligación defender la producción nacional", aseguró.
El jueves los diputados bolivianos aprobaron la Ley General de Aduanas para combatir el contrabando en el país con la misma dureza como se castiga el narcotráfico, aunque la norma ha sido rechazada de plano por las asociaciones de comerciantes en diversas protestas.
El presidente boliviano reconoció además debilidades en la inversión pública, lo cual, en su opinión, es producto de presiones de movimientos sociales y dirigentes regionales que piensan en sus sectores y no en la patria, según dijo.
Señaló su confianza en que en el siguiente semestre mejorará la inversión del Estado, lo que comportará un "crecimiento económico, mercado interno" para el desarrollo del país.
EFE
Morales expresó su "profunda preocupación" por estos "problemas", en su discurso pronunciado a propósito de la celebración de los 185 años de la fundación de Bolivia, realizada con una sesión de honor en la ciudad oriental de Santa Cruz (este), feudo de opositores, a los que además pidió pasar de la confrontación a la unidad.
Sobre el narcotráfico, el mandatario afirmó que proviene de "redes internacionales" delictivas y no del productor de hoja de coca y admitió que lo hecho por su Gobierno contra ello "todavía no es suficiente".
"Reitero mi sentimiento de que el narcotráfico está más equipado que el Estado (...) Lo enfrentamos, pero los datos dicen que no es suficiente", sostuvo, a la vez que instó a un trabajo con toda la comunidad internacional para que la lucha contra la droga "tenga cierta efectividad".
Morales aún es máximo dirigente de los productores campesinos de la zona del Chapare, donde se cultiva la hoja de coca que es usada para fabricar cocaína, pero también es usada en Bolivia para fines culturales y medicinales y otro tipo de industrias legales.
A propósito del contrabando, Morales se mostró contrariado por la actuación de "algunos importadores que corrompen" a funcionarios de aduanas para poder pasar su mercancías, y reiteró la voluntad de su Gobierno para luchar contra ello.
"Luchar contra el contrabando es defender el mercado interno y el producto nacional, y es nuestra obligación defender la producción nacional", aseguró.
El jueves los diputados bolivianos aprobaron la Ley General de Aduanas para combatir el contrabando en el país con la misma dureza como se castiga el narcotráfico, aunque la norma ha sido rechazada de plano por las asociaciones de comerciantes en diversas protestas.
El presidente boliviano reconoció además debilidades en la inversión pública, lo cual, en su opinión, es producto de presiones de movimientos sociales y dirigentes regionales que piensan en sus sectores y no en la patria, según dijo.
Señaló su confianza en que en el siguiente semestre mejorará la inversión del Estado, lo que comportará un "crecimiento económico, mercado interno" para el desarrollo del país.
EFE
Comparte esta noticia