Frey y su equipo idearon en 1962 el primer diseño del Mustang, de tipo "pony car", con dos plazas y motor en posición central.
Donald Frey, el ingeniero estadounidense que diseñó el Mustang, el popular automóvil deportivo que Ford lanzó al mercado a mediados de la década de los sesenta, falleció a los 86 años, publicó hoy el diario New York Times.
Frey, nacido en Saint Louis (Misuri) en 1923 y quien se labró un lugar en la historia de la automoción al crear uno de los vehículos más populares de todos los tiempos, murió como consecuencia de una embolia el pasado 5 de marzo, explicó su hijo Christopher al rotativo neoyorquino.
Tras servir como soldado en la Segunda Guerra Mundial y pasar por la Universidad de Michigan, donde se doctoró en estudios de metalurgia, Frey empezó a trabajar en Ford, la compañía en la que triunfaría después de luchar durante años para que sus responsables aceptaran sus prototipos de automóvil.
Frey y su equipo idearon en 1962 el primer diseño del Mustang, de tipo "pony car", con dos plazas y motor en posición central, una apuesta que el entonces presidente de la automovilística, Henry Ford II, rechazó hasta en cuatro ocasiones, pero que finalmente, después de que el ingeniero modificara algunos aspectos, aceptó fabricar.
El diario asegura que la reticencia de Ford se debía al fracaso de su última apuesta, el modelo Edsel, y que el presidente de la compañía aceptó fabricar el Mustang al tiempo que amenazó a Frey con despedirlo si el nuevo modelo no era un éxito.
Tras su presentación en la Feria del Automóvil de Nueva York en 1964, Ford se propuso vender al menos 80.000 unidades en un año, una cifra que fue finalmente superada con creces y que, dos años después de su lanzamiento, superó el millón de automóviles.
"Frey recibía el trato de una estrella del rock entre los amantes de los automóviles, quienes le perseguían para pedirle autógrafos", señaló el Times en un obituario en el que se recuerda que la revista Time definió en 1967 a este ingeniero como "el hombre de las ideas más brillantes de Detroit".
Tras el éxito del Mustang, que ha sido rediseñado en varias ocasiones y que cuenta con hasta cinco generaciones en el mercado, Frey fue nombrado vicepresidente de la unidad norteamericana de desarrollo de automóviles, pero en 1968 el ingeniero abandonó la compañía.
Frey fue nombrado presidente de la General Cable Corporation en 1968 y más tarde ocupó los cargos de presidente y consejero delegado de Bell & Howard Company, y formó parte de la junta ejecutiva del Banco Mundial (BM).
Galardonado con la Medalla Nacional de Tecnología en 1990, a su muerte Frey aún tenía en su haber un Ford Mustang original y, según su hijo, le encantaba conducir a gran velocidad.
El ingeniero, que estuvo casado en cuatro ocasiones y que se separó de su última esposa, deja a cinco hijos, nueve nietos y seis bisnietos. EFE
Frey, nacido en Saint Louis (Misuri) en 1923 y quien se labró un lugar en la historia de la automoción al crear uno de los vehículos más populares de todos los tiempos, murió como consecuencia de una embolia el pasado 5 de marzo, explicó su hijo Christopher al rotativo neoyorquino.
Tras servir como soldado en la Segunda Guerra Mundial y pasar por la Universidad de Michigan, donde se doctoró en estudios de metalurgia, Frey empezó a trabajar en Ford, la compañía en la que triunfaría después de luchar durante años para que sus responsables aceptaran sus prototipos de automóvil.
Frey y su equipo idearon en 1962 el primer diseño del Mustang, de tipo "pony car", con dos plazas y motor en posición central, una apuesta que el entonces presidente de la automovilística, Henry Ford II, rechazó hasta en cuatro ocasiones, pero que finalmente, después de que el ingeniero modificara algunos aspectos, aceptó fabricar.
El diario asegura que la reticencia de Ford se debía al fracaso de su última apuesta, el modelo Edsel, y que el presidente de la compañía aceptó fabricar el Mustang al tiempo que amenazó a Frey con despedirlo si el nuevo modelo no era un éxito.
Tras su presentación en la Feria del Automóvil de Nueva York en 1964, Ford se propuso vender al menos 80.000 unidades en un año, una cifra que fue finalmente superada con creces y que, dos años después de su lanzamiento, superó el millón de automóviles.
"Frey recibía el trato de una estrella del rock entre los amantes de los automóviles, quienes le perseguían para pedirle autógrafos", señaló el Times en un obituario en el que se recuerda que la revista Time definió en 1967 a este ingeniero como "el hombre de las ideas más brillantes de Detroit".
Tras el éxito del Mustang, que ha sido rediseñado en varias ocasiones y que cuenta con hasta cinco generaciones en el mercado, Frey fue nombrado vicepresidente de la unidad norteamericana de desarrollo de automóviles, pero en 1968 el ingeniero abandonó la compañía.
Frey fue nombrado presidente de la General Cable Corporation en 1968 y más tarde ocupó los cargos de presidente y consejero delegado de Bell & Howard Company, y formó parte de la junta ejecutiva del Banco Mundial (BM).
Galardonado con la Medalla Nacional de Tecnología en 1990, a su muerte Frey aún tenía en su haber un Ford Mustang original y, según su hijo, le encantaba conducir a gran velocidad.
El ingeniero, que estuvo casado en cuatro ocasiones y que se separó de su última esposa, deja a cinco hijos, nueve nietos y seis bisnietos. EFE
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