El estado de calamidad ha sido declarado en las provincias de Albay y Surigao del Sur y en varios municipios de Agusan del Sur.
Las autoridades de Filipinas han elevado hoy a 25 el número de muertos y a 453.000 las personas afectadas por las inundaciones y deslizamientos de tierra que tienen lugar en el este y sur de país por las lluvias que comenzaron la semana pasada.
El estado de calamidad ha sido declarado en las provincias de Albay y Surigao del Sur y en varios municipios de Agusan del Sur.
La mayoría de las víctimas mortales, incluidos menores, perdieron la vida ahogados o sepultados por las avalanchas de tierra.
La provincia de Agusan del Sur tiene el mayor número de muertos (7), seguida de Leyte del Sur (5), Surigao del Sur (4), Albay (3), Agusan del Norte (2), Lanao del Norte (1), Valle de Compostela (1), Davao del Sur (1) y Surigao del Norte (1), según los últimos datos del Consejo Nacional de Gestión y Prevención de Desastres.
El desastre natural afecta a 20 provincias del país y alcanza a 89.175 familias (453.529 personas), de las que 1.885 (9.088 personas) se encuentran acogidas en 37 centros de evacuación.
La cifra de filipinos atendidos en los centros de evacuación ha descendido en 3.820 personas, en torno a un 30 por ciento, en las últimas 24 horas.
Un total de 49 viviendas han quedado completamente destruidas y 59 parcialmente dañadas.
Agusan del Sur aún tiene hoy tres carreteras cortadas para todo tipo de vehículos, mientras que en Surigao del Sur el problema ha quedado reducido al trayecto entre Payasan y Los Arcos, en todos los casos debido a los corrimientos de tierra.
Los cortes de luz se han solventado en la mayoría de los casos, salvo en las aldeas más apartadas.
Las autoridades de Caraga, una división administrativa creada en 1995 en Mindanao y que integra a Agusan del Norte, Agusan del Sur, Surigao del Norte y Surigao del Sur, han calculado en 141 millones de pesos (3,2 millones de dólares o 2,4 millones de euros) los daños a las infraestructuras.
El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, ha ordenado que se ocupen primero de las víctimas y las necesidades de los desplazados, al tiempo que ha pedido explicaciones al Consejo Nacional de Gestión y Prevención de Desastres sobre las medidas que aplica para evitar estas catástrofes que castigan al país todos los años.
La organización Green Coalition culpó hoy de la situación en la región de Caraga a las explotaciones mineras y a la tala de madera ilegales.
Un frente frío proveniente del Pacífico ha provocado las precipitaciones que caen en al este y sur de Filipinas, cuando el país se adentra en la estación seca, que suele arrancar a finales de noviembre y prolongarse hasta mediados de mayo.
Según los meteorólogos, el fenómeno se debe a un cambio en las corrientes de los vientos procedentes del Pacífico Central.
-EFE
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