Los organismos oficiales esperan concluir la valoración de la calidad del aire y la situación en el Panhandle, como se conoce el extremo noroeste del estado.
Las autoridades de Florida continúan los preparativos para salvaguardar su costa noroeste de la marea negra de petróleo originada en el Golfo de México por el colapso de una plataforma a causa de una explosión.
"No se prevé ningún impacto de la "marea negra" en las costas de Florida hasta el próximo miércoles", dijo hoy el Departamento de Protección Medioambiental de Florida (DEP).
El DEP (por su sigla en inglés), la Comisión de Vida Silvestre y Pesca (FWC), agencias federales y las autoridades de los condados de la costa oeste de Florida evalúan el potencial impacto del vertido en las aguas y el hábitat de peces y marisco en las costas floridanas y del Golfo de México.
Además del análisis en laboratorio de los componentes volátiles orgánicos presentes en las aguas, hasta el momento en buen estado, los organismos oficiales esperan concluir esta semana una valoración de la calidad del aire y la situación en el Panhandle, como se conoce el extremo noroeste del estado.
El viernes pasado el gobernador de Florida, Charlie Crist, decretó el estado de emergencia para los condados de Escambia, Santa Rosa, Okaloosa, Walton, Bay, debido a la amenaza que entraña para esta zona el vertido de crudo que comenzó el pasado 20 de abril tras la explosión y el derrumbe de la plataforma Deepwater Horizon.
"Creo que dentro de unos días la mancha tóxica de crudo va a llegar a las costas de Luisiana, Alabama, Misisipi y Pensacola (costa noroeste de Florida), estoy seguro de eso", dijo hoy a Efe Daniel Suman, profesor de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Miami (UM).
En opinión de Suman, si los vientos del sur siguen soplando hacia el norte y continúa el derrame de petróleo, entonces, la llegada de la "marea negra" resultará casi inevitable.
En Pensacola, cientos de voluntarios se han movilizado en tareas de protección de las playas, mientras la base aeronaval de la ciudad cuenta con camiones cisternas diseñados para recoger cada uno una media de 70 barriles de petróleo.
Suman expresó su gran preocupación por la posibilidad de que la fuerte corriente marina del Golfo de México y el cambio en la dirección de los vientos puedan arrastrar el vertido incontrolado de crudo hacia el sur, lo que pondría los cayos de Florida en grave peligro.
En cuanto al sistema de balizas flotantes situadas como barrera contra el avance de la marea negra, Suman se mostró escéptico sobre su eficacia, ya que, sostuvo, "si hay viento y oleaje no son muy efectivas; aunque hay que hacer todo lo posible".
En concreto, en costas abiertas, como son las de Panhandle, "dudo sinceramente de que sean eficaces (las barreras flotantes)" e indicó que las playas y marismas de esa zona pueden ser las primeras víctimas de la "marea negra" en Florida.
Agregó que el desastre ecológico al que se enfrenta Estados Unidos podría igualar al que causó el vertido del "Exxon Valdez", en 1989, que chocó contra un arrecife en el estuario de Prince William Sound (Alaska), y vertió al agua 42 millones de litros de petróleo, causando una marea negra de 6.000 kilómetros cuadrados.
"Si la cantidad es la que se estima, en 45 días el volumen de petróleo vertido va a igualar al del Exxon Valdez hace 20 años", advirtió. EFE
"No se prevé ningún impacto de la "marea negra" en las costas de Florida hasta el próximo miércoles", dijo hoy el Departamento de Protección Medioambiental de Florida (DEP).
El DEP (por su sigla en inglés), la Comisión de Vida Silvestre y Pesca (FWC), agencias federales y las autoridades de los condados de la costa oeste de Florida evalúan el potencial impacto del vertido en las aguas y el hábitat de peces y marisco en las costas floridanas y del Golfo de México.
Además del análisis en laboratorio de los componentes volátiles orgánicos presentes en las aguas, hasta el momento en buen estado, los organismos oficiales esperan concluir esta semana una valoración de la calidad del aire y la situación en el Panhandle, como se conoce el extremo noroeste del estado.
El viernes pasado el gobernador de Florida, Charlie Crist, decretó el estado de emergencia para los condados de Escambia, Santa Rosa, Okaloosa, Walton, Bay, debido a la amenaza que entraña para esta zona el vertido de crudo que comenzó el pasado 20 de abril tras la explosión y el derrumbe de la plataforma Deepwater Horizon.
"Creo que dentro de unos días la mancha tóxica de crudo va a llegar a las costas de Luisiana, Alabama, Misisipi y Pensacola (costa noroeste de Florida), estoy seguro de eso", dijo hoy a Efe Daniel Suman, profesor de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Miami (UM).
En opinión de Suman, si los vientos del sur siguen soplando hacia el norte y continúa el derrame de petróleo, entonces, la llegada de la "marea negra" resultará casi inevitable.
En Pensacola, cientos de voluntarios se han movilizado en tareas de protección de las playas, mientras la base aeronaval de la ciudad cuenta con camiones cisternas diseñados para recoger cada uno una media de 70 barriles de petróleo.
Suman expresó su gran preocupación por la posibilidad de que la fuerte corriente marina del Golfo de México y el cambio en la dirección de los vientos puedan arrastrar el vertido incontrolado de crudo hacia el sur, lo que pondría los cayos de Florida en grave peligro.
En cuanto al sistema de balizas flotantes situadas como barrera contra el avance de la marea negra, Suman se mostró escéptico sobre su eficacia, ya que, sostuvo, "si hay viento y oleaje no son muy efectivas; aunque hay que hacer todo lo posible".
En concreto, en costas abiertas, como son las de Panhandle, "dudo sinceramente de que sean eficaces (las barreras flotantes)" e indicó que las playas y marismas de esa zona pueden ser las primeras víctimas de la "marea negra" en Florida.
Agregó que el desastre ecológico al que se enfrenta Estados Unidos podría igualar al que causó el vertido del "Exxon Valdez", en 1989, que chocó contra un arrecife en el estuario de Prince William Sound (Alaska), y vertió al agua 42 millones de litros de petróleo, causando una marea negra de 6.000 kilómetros cuadrados.
"Si la cantidad es la que se estima, en 45 días el volumen de petróleo vertido va a igualar al del Exxon Valdez hace 20 años", advirtió. EFE
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