La subida de las aguas afecta a varias localidades de Nueva Gales del Sur. Las dimensiones de la inundación complica el rescate de miles de familias.
El fuerte temporal y las inundaciones provocadas por el ciclón Debbie complican este jueves las tareas de rescate en el este de Australia, donde las autoridades temen por la vida de residentes atrapados por las riadas.
El ciclón, rebajado a tormenta tropical poco después de tocar tierra en el estado de Queensland, se extendió con fuertes vientos y lluvias torrenciales hacia el sur hasta el estado de Nueva Gales del Sur, donde las autoridades trabajan para evacuar a miles de vecinos.
Desbordes. La subida de las aguas afecta a las localidades de Lismore, donde el río rebasó un dique, Murwillumbah y Tweeds Head, en Nueva Gales del Sur, así como a los municipios de Logan, al sur de Brisbane, y de la turística Gold Coast, en Queensland.
"Está pasando todo, tenemos gente en los techos, gente atrapada en camionetas. Es un absoluto desastre", dijo a la cadena ABC el portavoz de los Servicios de Emergencia de Nueva Gales del Sur (SES, siglas en inglés), Ian Leckie.
Se complica el rescate. Los servicios de emergencia tienen dificultades para llegar a las zonas afectadas con sus botes y la vía aérea se ve obstaculizada por vientos de 50 a 90 kilómetros por hora en la costa norte de Nueva Gales del Sur, donde hay unas 10.000 viviendas sin electricidad.
"Puede que algunas personas hayan muerto anoche en esa inundación, aunque no lo sabemos por ahora", dijo el subcomisionado de SES, Mark Morrow, a la ABC.
Ciclón devastador. Las autoridades evalúan el impacto económico en los sectores turístico y agrícola del ciclón, declarado como "catástrofe" por el Consejo de Aseguradoras de Australia.
Según la jefa del gobierno del estado de Queensland, Annastacia Palaszczuk, unas 50.000 personas se encuentran sin electricidad en las regiones de Bowen, Mackay y Whitsunday debido a que el ciclón dañó más de 600 líneas eléctricas.
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