Esta medida marca la última de una serie de retiradas de Francia de sus antiguas colonias, mientras París se enfrenta a crecientes peticiones en toda África para que ponga fin a su presencia militar.
Las últimas instalaciones militares francesas en Senegal serán oficialmente entregadas el jueves por la mañana durante una ceremonia en Dakar. El acto marcará el fin de la presencia permanente del ejército francés no solo en Senegal, sino también en África Occidental y Central.
La entrega simbólica de las llaves de "Camp Geille", la mayor instalación militar francesa en Senegal, tuvo lugar entre el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas senegalesas, el general Mbaye Cissé, y el general Pascal Ianni, jefe del Comando del Ejército francés para África.
La presencia militar permanente de Francia en Senegal se remonta a 1960, año de la independencia del país.
Desde 2022, Francia ha puesto fin a su presencia permanente en Malí, Burkina Faso, Níger, Chad y Gabón, donde la base militar fue transformada en un "campamento compartido" franco-gabonés centrado en la formación.
Soldados senegaleses asisten a la ceremonia de entrega de la última gran instalación militar francesa a las autoridades senegalesas en el campamento militar francés de Geille, en Ouakam.Fuente: REUTERS
Retiro iniciado en marzo
El “campamento Geille”, la mayor instalación militar francesa en Senegal ubicada en Dakar, así como la terminal aérea militar del aeropuerto, serán devueltos al Estado senegalés este jueves, así se marcará el cierre oficial de los Elementos Franceses en Senegal (EFS), que incluían unos 350 militares franceses cuya misión principal era realizar actividades de asociación militar operativa con las fuerzas armadas senegalesas.
El proceso de retirada comenzó en marzo y varias instalaciones ya habían sido devueltas desde principios de ese mes.
El campamento Geille, situado en el barrio de Ouakam en Dakar, albergaba el puesto de mando del Estado Mayor conjunto y una unidad de cooperación regional.
Senegal ha sido, desde su independencia, uno de los aliados africanos más estables y cercanos de Francia, su antigua potencia colonial en África Occidental.
Un "asociación renovada"
Sin embargo, las nuevas autoridades que asumieron en abril de 2024 prometieron tratar a Francia como a cualquier otro socio extranjero, en nombre de una soberanía plenamente recuperada.
El presidente Bassirou Diomaye Faye, que llegó al poder con una agenda de cambio, anunció en noviembre de 2024 que pondría fin en 2025 a toda presencia militar extranjera —incluida la francesa— en el territorio nacional.
“Senegal es un país independiente, es un país soberano, y la soberanía no es compatible con la presencia de bases militares en un país soberano”, declaró entonces. Subrayó que no se trataba de una “ruptura” y defendió un “partenariado renovado” con Francia, antigua potencia colonial y aliado histórico.
La presencia militar francesa en Senegal se basó desde 1960 en acuerdos bilaterales de defensa y cooperación, con apoyo a la construcción del ejército senegalés entre 1960 y 1974.
Este retiro ya había sido planeado por parte de Francia desde 2011/2012.
El general Mbaye Cisse, jefe del Estado Mayor del ejército senegalés, habla durante una ceremonia en la que la última instalación militar francesa importante será entregada a las autoridades senegalesas en el campamento militar francés de Geille en OuakamFuente: REUTERS
Antecedentes
En 2011, las Fuerzas Francesas del Cabo Verde (FFCV), creadas en 1974, cedieron el lugar a los EFS, sin unidades de combate pero con instructores especializados.
En 2012, se oficializó un nuevo modelo de cooperación militar con la firma de un tratado que estableció un partenariado en materia de defensa. Desde entonces, la defensa del territorio senegalés quedó exclusivamente en manos de las fuerzas armadas nacionales, sin tropas de combate francesas.
El retiro francés de Senegal se llevó a cabo en consenso, en un contexto continental cada vez más crítico —cuando no hostil— hacia la presencia francesa.
Frente al ascenso de juntas militares por medio de golpes de Estado en el Sahel, hostiles a Francia, el ejército francés —hasta entonces implicado en operaciones antiterroristas— se vio obligado a retirarse, voluntaria o forzosamente.
Francia mantiene aún una base en Yibuti, con 1.500 efectivos, que París espera convertir en punto estratégico de proyección para sus “misiones” en África tras su salida del Sahel.