"La conservación de huellas requiere una especie de milagro: debemos ser muy afortunados", destacó uno de los investigadores. Los restos representan una especie de fotografía de la vida de las antiguas personas durante períodos muy breves.
Nunca antes se habían descubierto tantas huellas de neandertales de un solo golpe: en la costa francesa de Normandía, en Rozel (noroeste), bajo las dunas enclavadas en los acantilados, los arqueólogos han descubierto 257 huellas de pisadas con 80.000 años de antigüedad milagrosamente conservadas. Las huellas ofrecen una "instantánea" de la vida del pequeño grupo de neandertales que ocupó el sitio, que entonces estaba a uno o dos kilómetros del agua.
Los hallazgos sugieren que este grupo contaba con entre 10 y 13 personas. La gran mayoría de las pisadas pertenecían a niños y adolescentes, pero también había algunos adultos, uno de los cuales medía 1,90 metros, un tamaño estimado a partir de la talla de los pies. Posiblemente estos neandertales estuvieron presentes en este sitio entre el otoño y la primavera, dijo a la AFP Jérémy Duveau, estudiante de doctorado en el Museo Nacional de Historia Natural de Francia y uno de los coautores del estudio que describe el hallazgo, publicado en las Actas de la Academia Estadounidense de Ciencias (PNAS), una prestigiosa revista científica.
El sitio había sido descubierto por un aficionado en la década de 1960, Yves Roupin, pero no fue hasta 2012, ante el peligro de erosión por el viento y la marea, que se organizaron las excavaciones de rescate tres meses al año, dirigidas por Dominique Cliquet, de la Dirección Regional de Asuntos Culturales de Normandía y del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia. Decenas de metros de arena fueron removidos por palas mecánicas para llegar a las capas interesantes. Luego, con pincel, los investigadores descubrieron las huellas, dejadas en aquel momento en un suelo cubierto de hierba y barro.
¿Cómo sobrevivieron? Gracias a la arena que, al cubrirlas de inmediato, las conservó.
"Una especie de milagro"
A las 257 pisadas descritas en el artículo para el período 2012-2017 se agregan otros cientos descubiertas desde el año pasado. "Las huellas tienen un interés, que es a la vez un defecto: representan una especie de instantánea de la vida de las personas durante períodos muy breves. Esto nos permite tener una idea de la composición del grupo, pero es posible que representen al grupo cuando ciertos individuos estaban en el exterior", explica Duveau.
Pero ¿hay pocas huellas de pisadas adultas porque los neandertales morían jóvenes? ¿O los adultos estaban en otra parte? Cada pisada ha sido fotografiada y moldeada en tres dimensiones. Algunas han sido moldeadas con elastómero, un material más blando que el yeso. Y desde 2017, gracias a una novedosa técnica de solidificación del suelo mediante una solución química, cientos de huellas han sido extraídas para preservarlas. Las que no fueron retiradas han quedado "totalmente destruidas" por el viento, lamenta Duveau. "La conservación de huellas requiere una especie de milagro: debemos ser muy afortunados".
Antes de Rozel, solo se habían encontrado nueve pisadas de neandertales confirmadas en Grecia, Rumania, Gibraltar y Francia. Algunos de los moldes de Rozel ya han sido exhibidos, en particular en el Museo del Hombre de París, y los investigadores quieren mostrar más al público general en el futuro. Mientras tanto, todas las impresiones extraídas se almacenan en los depósitos de la Dirección Regional de Asuntos Culturales de Normandía. AFP
Comparte esta noticia