Casi 50.000 residentes de los municipios ubicados dentro de la "zona de exclusión" continúan evacuados casi cuatro años después de la peor catástrofe nuclear desde la de 1986 en Chernóbil.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) valoró hoy "progresos significativos" en el desmantelamiento de la accidentada central de Fukushima, aunque advirtió sobre "el complejo desafío" que supone la acumulación de agua contaminada.
Estas son las principales conclusiones de la misión de 15 expertos enviada por el OIEA para analizar el estado de la planta junto al Gobierno nipón y la compañía operadora, Tokyo Electric Power (TEPCO).
"La situación en la central ha mejorado significativamente desde nuestra última visita, sobre todo en la limpieza progresiva para reducir los niveles de radiación en muchas áreas de la planta", dijo hoy en rueda de prensa Juan Carlos Lentijo, responsable del equipo de expertos de la misión del OIEA.
Lentijo, no obstante, señaló que la situación "sigue siendo muy compleja" debido a "la creciente cantidad de agua contaminada" que se acumula en la planta, lo que constituye "un desafío a corto plazo que debe ser resuelto de forma sostenible".
En este sentido, el OIEA pidió "considerar la opción de reanudar los vertidos controlados al mar" del líquido siempre que sus niveles contaminantes respeten los límites establecidos por ley.
"Nuestra recomendación es que se tengan en cuenta todas las opciones, incluida la posible reanudación de los vertidos controlados al mar", expresó Lentijo, quien destacó que esta medida "es una práctica habitual en muchas plantas nucleares de todo el mundo".
Tras ser procesada, el agua radiactiva que se acumula en la central pueden contener tritio, el único isótopo radiactivo que no se puede eliminar con la tecnología actual, aunque su capacidad contaminante al ser arrojada al mar es "casi insignificante", precisó el experto español.
La retirada de combustible fundido altamente radiactivo de los reactores dañados supone el otro "gran desafío a largo plazo" que afronta la planta, señaló el experto tras dirigir la misión, que ha durado una semana y es la tercera de este tipo enviada por el OIEA.
El organismo internacional valoró la extracción de combustible del reactor 4 que TEPCO completó el pasado diciembre, lo que supone "un primer paso muy relevante" en el proceso de desmantelamiento de la planta, que podría durar cuatro décadas.
Sin embargo, aún queda por delante el delicado trabajo de retirar el combustible parcialmente fundido de otros 3 reactores de la planta, una tarea que Lentijo definió como "un camino largo, complejo y lleno de desafíos".
El mantenimiento de la seguridad "debe ser la máxima prioridad durante todo este proceso", señaló el responsable, quien destacó la importancia de "minimizar el impacto sobre la población local" y facilitar la vuelta a casa de los miles de habitantes de la zona que permanecen evacuados.
Casi 50.000 residentes de los municipios ubicados dentro de la "zona de exclusión" continúan evacuados casi cuatro años después de la peor catástrofe nuclear desde la de 1986 en Chernóbil (Ucrania).
Las emisiones radiactivas han afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local.
EFE
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