Argumentan que el Gobierno dio carta blanca a British Petroleum (BP) y otras compañías para que se saltasen regulaciones, y contribuyó así al desastre en el Golfo de México.
Grupos ecologistas demandaron
hoy al
Departamento del Interior de EE.UU. con el argumento de que dio
carta blanca a British Petroleum (BP) y otras compañías para que se
saltasen regulaciones y contribuyó así al desastre en el Golfo de
México.
Entre las demandas está la planteada de forma conjunta por el grupo Sierra Club y la organización Gulf Restoration Network.
Las organizaciones acusan al Servicio de Gestión de Minerales (MMS), parte del Departamento del Interior, de permitir que las compañías evitasen los requisitos de seguridad medioambiental en los permisos que concedió para las exploraciones de petróleo y gas en alta mar en el Golfo de México.
Los grupos aseguran que el MMS otorgó exenciones a BP y otras compañías petroleras como parte del proceso que condujo a la concesión de permisos para realizar perforaciones a 1.600 metros de profundidad.
Según las citadas organizaciones, eso eximió a las compañías de tener que facilitar información sobre qué tipos de accidentes podrían ocurrir en aguas profundas y cuáles eran sus planes para hacer frente a los mismos.
Los grupos han pedido a un tribunal de Luisiana que extienda una orden judicial que bloquee todos los permisos emitidos a compañías que hayan obtenido las citadas exenciones.
"El Servicio de Gestión de Minerales del Departamento del Interior fracasó en protegernos del desastre que estamos presenciando", dijo en un comunicado el director ejecutivo de Sierra Club, Michael Brune.
El directivo señaló que la catástrofe ha puesto de manifiesto que BP carecía de planes de emergencia.
Añadió que la respuesta al accidente ha incluido "medidas desesperadas" como la quema de combustible en la superficie marina, el rociado de "potentes químicos" en las aguas del Golfo y el recurrir a basura y pelo humano para intentar frenar el derrame.
"Si ese es el plan de emergencia, necesitamos replantearnos, para empezar, la lógica de asumir el riesgo", destacó Brune, quien afirmó que si las empresas petroleras no son capaces de responder a un accidente, tampoco deberían de poder realizar exploraciones.
A la iniciativa de esos grupos se sumó la del Center for Biological Diversity, que demandó al secretario del Interior, Ken Salazar, por "su continuada aprobación de planes de perforación petrolera en alta mar en el Golfo de México sin revisiones medioambientales".
La demanda presentada en un tribunal federal de la capital estadounidense pide que el Departamento del Interior revierta las políticas que eximen a los proyectos de perforación petrolera de las revisiones medioambientales requeridas por la Ley de Política Nacional Medioambiental.
El derrame en el Golfo de México comenzó el 20 de abril tras la explosión de una plataforma petrolera operada en concesión por British Petroleum (BP), que se hundió dos días más tarde, un accidente que costó la vida de once trabajadores.
BP instaló un tubo este fin de semana sobre la fuga principal de crudo con el que dice estar recogiendo 2.000 de los alrededor de 5.000 barriles de carburante que según la empresa fluyen a diario a las aguas del Golfo. EFE
Entre las demandas está la planteada de forma conjunta por el grupo Sierra Club y la organización Gulf Restoration Network.
Las organizaciones acusan al Servicio de Gestión de Minerales (MMS), parte del Departamento del Interior, de permitir que las compañías evitasen los requisitos de seguridad medioambiental en los permisos que concedió para las exploraciones de petróleo y gas en alta mar en el Golfo de México.
Los grupos aseguran que el MMS otorgó exenciones a BP y otras compañías petroleras como parte del proceso que condujo a la concesión de permisos para realizar perforaciones a 1.600 metros de profundidad.
Según las citadas organizaciones, eso eximió a las compañías de tener que facilitar información sobre qué tipos de accidentes podrían ocurrir en aguas profundas y cuáles eran sus planes para hacer frente a los mismos.
Los grupos han pedido a un tribunal de Luisiana que extienda una orden judicial que bloquee todos los permisos emitidos a compañías que hayan obtenido las citadas exenciones.
"El Servicio de Gestión de Minerales del Departamento del Interior fracasó en protegernos del desastre que estamos presenciando", dijo en un comunicado el director ejecutivo de Sierra Club, Michael Brune.
El directivo señaló que la catástrofe ha puesto de manifiesto que BP carecía de planes de emergencia.
Añadió que la respuesta al accidente ha incluido "medidas desesperadas" como la quema de combustible en la superficie marina, el rociado de "potentes químicos" en las aguas del Golfo y el recurrir a basura y pelo humano para intentar frenar el derrame.
"Si ese es el plan de emergencia, necesitamos replantearnos, para empezar, la lógica de asumir el riesgo", destacó Brune, quien afirmó que si las empresas petroleras no son capaces de responder a un accidente, tampoco deberían de poder realizar exploraciones.
A la iniciativa de esos grupos se sumó la del Center for Biological Diversity, que demandó al secretario del Interior, Ken Salazar, por "su continuada aprobación de planes de perforación petrolera en alta mar en el Golfo de México sin revisiones medioambientales".
La demanda presentada en un tribunal federal de la capital estadounidense pide que el Departamento del Interior revierta las políticas que eximen a los proyectos de perforación petrolera de las revisiones medioambientales requeridas por la Ley de Política Nacional Medioambiental.
El derrame en el Golfo de México comenzó el 20 de abril tras la explosión de una plataforma petrolera operada en concesión por British Petroleum (BP), que se hundió dos días más tarde, un accidente que costó la vida de once trabajadores.
BP instaló un tubo este fin de semana sobre la fuga principal de crudo con el que dice estar recogiendo 2.000 de los alrededor de 5.000 barriles de carburante que según la empresa fluyen a diario a las aguas del Golfo. EFE
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