Una bola del tamaño de una sandía, que contenía una pepita radiactiva de cesio-137, al parecer se vendió como chatarra y luego fue utilizada en una fundición.
Investigadores chinos hallaron, tras días de búsqueda, un material radiactivo que se había perdido en una ciudad del centro de China, y que por error fue fundido en una localidad diferente, informó la agencia oficial Xinhua.
Una bola del tamaño de una sandía, que contenía una pepita radiactiva de cesio-137 y pertenecía a una fábrica de cemento desmantelada en Tongchuan, se extravió a principios de esta semana.
Al parecer se vendió como chatarra y luego fue utilizada en una fundición de Weinan, en la misma provincia.
El artefacto formaba parte de una vieja planta de cemento (Shaanxi Qinling Cement) que estaba siendo desmantelada por no cumplir los estándares medioambientales.
Tras conocerse la desaparición del material, los investigadores imaginaron que había sido vendido a chatarreros locales, por lo que midieron los índices de radiactividad en negocios de este tipo y finalmente hallaron niveles superiores a lo normal en unos escombros de una siderurgia de Weinan.
Según los investigadores, el material radiactivo se ha concentrado principalmente en las escorias de la fundición, y aseguraron que no supone una amenaza para el medio ambiente.
EFE
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