Libro del escocés, Thomas Weber, afirma que el líder nazi siempre se mantuvo lejos del frente de batalla y era despreciado por sus compañeros.
Adolf Hitler no fue un héroe en la I Guerra Mundial, ya que siempre estuvo alejado del frente de batalla, y el antisemitismo y radicalización que le llevaron al poder años después no nacieron a raíz de la dolorosa derrota en la contienda.
Así lo afirma el historiador de la Universidad de Aberdeen (Escocia) Thomas Weber en su libro "La primera guerra de Hitler", en el que asegura que la trayectoria del dictador en la I Guerra Mundial fue una elaborada fabricación del régimen nazi.
Weber basa su afirmación en nuevas cartas y documentos descubiertos en archivos alemanes, que sugieren que Hitler no sólo no fue un héroe en el campo de batalla, sino que sus compañeros se referían a él como "etappenschwein", "un cerdo de la retaguardia".
Hasta ahora, el consenso de los historiadores era que el joven Adolf Hitler se jugó la vida como portador de mensajes entre el mando y el frente de batalla, pero los papeles a los que ha tenido acceso Weber indican que era un mensajero de retaguardia y que siempre estuvo a más de 5 kilómetros de la primera línea.
"La primera guerra de Hitler", que estará a la venta en el Reino Unido a partir del próximo 16 de septiembre, sostiene que el Partido Nazi invirtió tiempo y dinero para suprimir cualquier evidencia física de la auténtica historia del "Führer" durante la guerra, con el objetivo de convertirlo en un político popular.
"El mito de Hitler como soldado valiente y la camaradería que vivió en las trincheras fue algo que el Partido Nazi usó desde el principio para extender su influencia más allá de la extrema derecha", manifestó el historiador en un comunicado.
Los nazis "hicieron todo lo posible para proteger esta idea", destacó Weber, quien aseguró tener constancia de que unas memorias escritas por uno de los compañeros de Hitler fueron significativamente alteradas tras su publicación en 1933.
Lo que los nazis consiguieron convertir en hecho histórico es que la I Guerra Mundial fue el caldo de cultivo político de Hitler, que se radicalizó por sus vivencias y su sentimiento de que Alemania fue humillada por los aliados con el Tratado de Versalles.
Pero la realidad, según Weber, era que "la vida de Hitler durante la guerra era su auténtico talón de Aquiles" y que los nazis temieron durante mucho tiempo que su versión de los hechos se colapsara como un castillo de naipes si se conocía la versión de quienes estuvieron con él, o cerca de él, durante la contienda.
"Hitler era un elemento atípico en el regimiento al que pertenecía y realmente no sufrió una radicalización por la guerra", subrayó el historiador, convencido también de que si Hitler vio reconocido su esfuerzo militar con la Cruz de Hierro fue porque estaba muy bien conectado, y no porque fuera un soldado valiente.
EFE
Así lo afirma el historiador de la Universidad de Aberdeen (Escocia) Thomas Weber en su libro "La primera guerra de Hitler", en el que asegura que la trayectoria del dictador en la I Guerra Mundial fue una elaborada fabricación del régimen nazi.
Weber basa su afirmación en nuevas cartas y documentos descubiertos en archivos alemanes, que sugieren que Hitler no sólo no fue un héroe en el campo de batalla, sino que sus compañeros se referían a él como "etappenschwein", "un cerdo de la retaguardia".
Hasta ahora, el consenso de los historiadores era que el joven Adolf Hitler se jugó la vida como portador de mensajes entre el mando y el frente de batalla, pero los papeles a los que ha tenido acceso Weber indican que era un mensajero de retaguardia y que siempre estuvo a más de 5 kilómetros de la primera línea.
"La primera guerra de Hitler", que estará a la venta en el Reino Unido a partir del próximo 16 de septiembre, sostiene que el Partido Nazi invirtió tiempo y dinero para suprimir cualquier evidencia física de la auténtica historia del "Führer" durante la guerra, con el objetivo de convertirlo en un político popular.
"El mito de Hitler como soldado valiente y la camaradería que vivió en las trincheras fue algo que el Partido Nazi usó desde el principio para extender su influencia más allá de la extrema derecha", manifestó el historiador en un comunicado.
Los nazis "hicieron todo lo posible para proteger esta idea", destacó Weber, quien aseguró tener constancia de que unas memorias escritas por uno de los compañeros de Hitler fueron significativamente alteradas tras su publicación en 1933.
Lo que los nazis consiguieron convertir en hecho histórico es que la I Guerra Mundial fue el caldo de cultivo político de Hitler, que se radicalizó por sus vivencias y su sentimiento de que Alemania fue humillada por los aliados con el Tratado de Versalles.
Pero la realidad, según Weber, era que "la vida de Hitler durante la guerra era su auténtico talón de Aquiles" y que los nazis temieron durante mucho tiempo que su versión de los hechos se colapsara como un castillo de naipes si se conocía la versión de quienes estuvieron con él, o cerca de él, durante la contienda.
"Hitler era un elemento atípico en el regimiento al que pertenecía y realmente no sufrió una radicalización por la guerra", subrayó el historiador, convencido también de que si Hitler vio reconocido su esfuerzo militar con la Cruz de Hierro fue porque estaba muy bien conectado, y no porque fuera un soldado valiente.
EFE
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