Es un caso sin precedentes. Se trata de la primera vez que un médico comparece ante la Justicia holandesa desde que se aprobó la ley de la eutanasia en 2002.
La Fiscalía holandesa acusó este lunes de "asesinato" a una doctora que autorizó la muerte asistida a una anciana con demencia avanzada que, a pesar de haber firmado una petición oficial de eutanasia en caso de enfermedad grave, dio señales contradictorias sobre su deseo a morir en sus últimos meses.
En un caso sin precedentes, pues es la primera vez que un médico comparece ante la Justicia holandesa desde que se aprobó la ley de la eutanasia en 2002, la Fiscalía consideró que la doctora de un centro geriátrico "no investigó lo suficiente si la mujer realmente quería poner fin a su vida".
A pesar de la acusación por un delito como el "asesinato", la Fiscalía no ha pedido un castigo para la doctora involucrada porque reconoce que "actuó de buena fe", pues ella misma ha señalado que debe haber un precedente judicial para que los médicos sepan cómo actuar en casos similares.
El caso
Durante el juicio, que se celebra en un juzgado de La Haya en medio de una gran atención mediática, también declaró la propia acusada, quien subrayó que había "llegado a conocer muy bien a la paciente" y reconoció que en ocasiones dijo que quería morir y en otras cambiaba totalmente de opinión.
La médica explicó al tribunal que la paciente se encontraba en una "situación particularmente extraña" cuando en abril de 2016 ella decidió autorizar el fin de su vida, porque, a pesar de las negativas verbales a morir, en 2012 había firmado ante notario un documento exigiendo la eutanasia si tenía que ser ingresada en un hogar de ancianos.
La paciente también rechazó por escrito cualquier tratamiento paliativo y autorizó a su marido y a su hija a tomar la última decisión en cuestiones médicas si ella no era capaz de hacerlo por perder sus capacidades cognitivas y su memoria.
"No se acordaba de su pasado ni de lo que quería en el futuro. Sus palabras no tenían sentido. No era consciente de lo que pasaba a su alrededor. En este contexto, tuve que hablar con ella sobre su deseo a morir. Solo transmitía sufrimiento y un comportamiento caótico", añadió la doctora.
La paciente de Alzheimer
Llegado el día, la anciana tampoco sabía que se estaba tomando una dosis letal cuando se bebió el último café y el día de su muerte había hecho planes con la familia, aunque raramente los reconocía debido al avanzado estado de Alzheimer en el que se encontraba.
La familia, que apoyó la muerte asistida de la anciana, respalda a la doctora en este proceso judicial y en una carta al tribunal lamenta ser víctima de un juicio público y subraya que la paciente ya no era competente y ellos actuaron de acuerdo con las normas.
La Justicia busca establecer con este caso un precedente judicial en el que los médicos se puedan apoyar en el futuro porque, explicó la Fiscalía, "la pregunta central es hasta qué punto un médico debe consultar con un paciente con demencia si él o ella ya había firmado una declaración oficial de eutanasia" cuando se encontraba aún en total uso de sus facultades. (EFE)
Comparte esta noticia