George Tiller, médico que practicaba abortos tardíos en Estados Unidos, fue asesinado a balazos el domingo en una iglesia del estado norteamericano de Kansas.
La Iglesia Católica estadounidense, contraria al aborto, y varias organizaciones que defienden el derecho a elegir la vida, condenaron el lunes el asesinato del médico abortista George Tiller, asesinado el domingo en Kansas.
"Nuestra conferencia de obispos y todos sus miembros han denunciado reiterada y públicamente todas las formas de violencia en nuestra sociedad, incluido el aborto así como el equivocado recurso a la violencia por parte de cualquiera que se oponga al aborto", dijo el cardenal Justin Rigali, presidente del Comité defensor de la vida de la Conferencia de obispos católicos estadounidense.
"Estos asesinatos son lo opuesto a todo con lo que nos identificamos y todo lo que queremos para nuestra cultura: respeto por la vida de todos y cada ser humano desde su inicio hasta su fin natural", dijo Rigali en nombre de la USCCB, que describió el aborto como "un procedimiento médico que mata".
George Tiller, médico que practicaba abortos tardíos en Estados Unidos, fue asesinado a balazos el domingo en una iglesia del estado norteamericano de Kansas.
La Organización nacional de Mujeres, el mayor grupo defensor de los derechos de las mujeres en Estados Unidos, indicó que Tiller fue asesinado a sangre fría y pidió acciones más duras contra los "terroristas internos" responsables de su muerte.
"El asesinato del doctor Tiller es el más reciente en una serie de asesinatos en nombre de la causa anti-aborto, y cientos de personas han sido heridas o amenazadas porque brindan servicios de aborto legales", dijo su presidenta Kim Gandy.
La Policía de Kansas arrestó a Scott Roeder, un hombre de 51 años, en conexión con el asesinato.
La clínica de Tiller, de 67 años, es una de las tres en Estados Unidos que practica abortos tardíos, es decir, efectuados cuando el feto podría ser viable fuera del vientre de su madre.
Los abortos tardíos son legales en Kansas si dos profesionales independientes están de acuerdo en que la madre podría sufrir un daño irreparable si da a luz.
-AFP