La medida se adoptó para prevenir explosiones de hidrógeno. TEPCO ha detectado en algunas zonas del reactor 2 hidrógeno acumulado con una densidad de hasta el 2,9%.
Los operarios que trabajan en la central nuclear de Fukushima Daiichi han comenzado a inyectar nitrógeno en los tres maltrechos reactores para prevenir explosiones de hidrógeno, informó hoy la televisión pública NHK.
La medida se adoptó después de que la operadora de la planta, TEPCO, detectara a finales de octubre que en algunas zonas del reactor 2 se había acumulado hidrógeno con una densidad de hasta el 2,9 por ciento.
Los expertos calculan que, de elevarse la densidad hasta el 4 por ciento, existiría el riesgo de una explosión, detalló NHK, por lo que los técnicos comenzaron anoche a introducir nitrógeno en los tres reactores para rebajar la concentración.
Mantener el hidrógeno en niveles bajos es una condición indispensable para llevar los reactores a parada fría, con una temperatura estable por debajo de 100 grados centígrados, lo que el Gobierno y TEPCO esperan lograr para finales de año.
La central de Fukushima es el centro de la peor crisis nuclear desde la de Chernóbil, en 1986, después de que su sistema de refrigeración resultara muy dañado por el devastador tsunami que azotó el noreste de Japón el pasado marzo.
El Gobierno ha reconocido que en los días posteriores a la catástrofe se produjo una fusión del núcleo de los reactores dañados, un proceso que conlleva la emisión de elevadas cantidades de radiactividad.
Según un informe interno de TEPCO que hoy recoge NHK, en las horas inmediatamente posteriores al desastre hubo fallos de comunicación que podrían haber ralentizado la respuesta a la emergencia.
EFE
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