Así como países como Colombia o el propio continente de América, este país fue nombrado en honor a un europeo. Su gobierno busca cambiarlo para que evoque a su cultura original.
El archipiélago de las Islas Cook, en el Pacífico, quiere cambiar de nombre y optar por una denominación que destaque su cultura polinesia y no a un explorador británico. Su gobierno implementó en enero un comité para encontrar un nuevo nombre indígena para este grupo de 15 islas situadas a unos 3.000 kilómetros al noreste de Nueva Zelanda.
La idea inicial era la de incorporar este nombre autóctono al de las Islas Cook, siguiendo el modelo de su gran vecino, que a veces es llamado con el nombre de Aotearoa-Nueva Zelanda. Pero el presidente del comité, Danny Mataroa, precisó el lunes que desde el inicio de las discusiones surgió la voluntad de renunciar al nombre actual, así como la de optar por un nombre en la lengua local, que es el maorí de las Islas Cook.
Un largo camino
"Cuando el comité, que cuenta con historiadores de las Islas Cook y gente muy al corriente de las tradiciones locales, se reunió, hemos decidido que era hora de cambiar el nombre del país", dijo a la agencia AFP. Danny Mataroa indicó que el nombre reflejaría el patrimonio local, sus habitantes y su fuerte fe cristiana.
Ubicación de Islas Cook en el Oceano Pacífico
El viceprimer ministro, Mark Brown, apoya la iniciativa, aunque destaca que aún queda un largo camino antes de que el país de 12.000 habitantes cambie de nombre. La idea en cambio no es nueva. Un referéndum para rebautizar al país Avaiki en 1994 terminó en una amarga derrota.
La historia de las islas
La fecha del asentamiento de las Islas Cook es incierta. Pero, la isla más grande del archipiélago, podría haber sido colonizada desde el siglo IX. El explorador español Álvaro de Mendaña fue posiblemente el primer europeo en atisbar una de las islas a finales del siglo XVI. El británico James Cook las exploró en los años 1770 y el nombre "Islas Cook" apareció por primera vez a principios del siglo XIX, según la web del gobierno local.
En 1888 se convirtió oficialmente en protectorado británico y en 1900 pasó bajo jurisdicción neozelandesa. El archipiélago obtuvo su independencia en 1965, pero conservando estrechos lazos con Wellington, que gestiona sus asuntos exteriores y autoriza a sus habitantes a vivir y trabajar en Nueva Zelanda.
AFP
Comparte esta noticia