Los embriones se usarán para desarrollar órganos que sean lo más cercanos posible a la estructura humana en cuerpos de roedores. El estudio se realiza como un primer paso para solucionar la escacez de órganos para trasplante.
El Gobierno de Japón aprobó la solicitud de una universidad para realizar experimentos con embriones híbridos de células humanas y de ratón, informó The Asahi Shimbun. Estos embriones se usarán para crear órganos lo más cercanos posible a la estructura humana en cuerpos de roedores.
Un comité del Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, aprobó el 24 de julio una solicitud de investigadores de la Universidad de Tokio para realizar el estudio.
"Finalmente, estamos en condiciones de comenzar estudios serios en este campo después de 10 años de preparación", dijo Hiromitsu Nakauchi, uno de los investigadores al citado medio.
"No esperamos crear órganos humanos de inmediato, pero esto nos permite avanzar en nuestra investigación basada en los conocimientos adquiridos hasta este punto", añadió Nakauchi.
En el estudio, los investigadores crearán óvulos fertilizados de ratas y ratones que no tendrán la capacidad de desarrollar páncreas gracias a la manipulación de sus genes. Luego colocarán células humanas en esos óvulos fertilizados, creando "embriones animal-humanos".
Después de eso, trasplantarán los embriones en el útero de ratas o ratones. Los páncreas resultantes de las células humanas inducidas crecerán en los cuerpos de los roedores lactantes. El equipo pasará hasta dos años monitoreando el desarrollo después del nacimiento de los roedores.
Los investigadores también planean estudios similares para crear hígados y riñones humanos.
Con miras a trasplantar
Dichos estudios ofrecen la posibilidad de un futuro en el que los órganos humanos se puedan cultivar en cerdos y ovejas, resolviendo así una escasez crónica de dichos órganos para ser trasplantados.
Anteriormente, el gobierno prohibió tales estudios por preocupación de que podría conducir al nacimiento de criaturas que involucren una mezcla de genes animales y humanos.
Pero el gobierno revirtió su posición y revisó sus directrices en marzo luego de consultas con expertos que comenzaron a hacer las evaluaciones en 2012.
Las discusiones cubrieron una amplia gama de temas, como los objetivos de investigación y los tipos de animales que se utilizarán en los estudios. El gobierno también consideró cuestiones sociales y éticas y buscó la opinión de eruditos religiosos para evaluar asuntos morales.
Las nuevas directrices permiten tales estudios con la condición previa de que los investigadores tomen las medidas adecuadas para evitar el nacimiento de una criatura ambigua que podría ser parte humana.
(Con información de N+1)
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