Chuck Hagel abandonará el cargo tras la confirmación en el Senado de Ashton Carter, elegido como sustituto por la Casa Blanca.
El secretario de Defensa de EE.UU., Chuck Hagel, opinó hoy que la promesa del presidente estadounidense, Barack Obama, de cerrar la prisión de Guantánamo será "muy difícil" de cumplir por la oposición del Congreso.
En una entrevista emitida hoy por la radio pública estadounidense NPR, Hagel consideró que cerrar el penal de la base naval de EE.UU. en territorio cubano no podrá conseguirse antes de que Obama finalice su presidencia en enero de 2017, "especialmente si el Congreso sigue restringiendo dónde irán los últimos 122 detenidos".
El secretario de Defensa, que abandonará su cargo tras la confirmación en el Senado de Ashton Carter, elegido como sustituto por la Casa Blanca, consideró que la situación se complicará aún más cuanto menor sea el número de internos del penal.
Pese a que la mayoría de los presos ha recibido el visto bueno para ser liberados o transferidos a terceros países porque no suponen una clara amenaza o no tienen un gran valor de inteligencia, 15 detenidos son considerados internos de alto valor.
Entre ellos se encuentra Jalid Sheij Mohamed, el sospechoso de ser el cerebro de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EE.UU., y otros cómplices o miembros de la red terrorista Al Qaeda que se enfrentan a condenas de pena de muerte.
En el discurso del Estado de la Unión de la semana pasada, Obama reafirmó su compromiso para cerrar la prisión de Guantánamo, creada por la Administración de George W. Bush.
En los últimos tres meses, el Gobierno estadounidense ha acelerado las transferencias, con el envío a terceros países de 27 presos, mientras que más de una decena están en proceso de revisión y negociación para ser repatriados.
El Congreso, que tiene mayoría de la oposición republicana en ambas cámaras, aboga por limitar las transferencias de presos que considera que podrían volver a operar en grupos extremistas, mientras que no ve necesario que los detenidos en proceso de ser juzgados sean trasladados a territorio estadounidense, donde estarían protegidos por mayores garantías procesales.
EFE
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