Según expertos de la policía, ´el explosivo intervenido podría haber derribado un edificio o causado grandes daños´.
Un pastor evangelista y un empleado de una cantera fueron detenidos en Nairobi con una bomba casera lista para explotar, informó hoy la prensa local, que desconoce cuales eran las intenciones de los capturados.
"Era una bomba casera y hemos detenido a dos personas, una de ellas un pastor, pero aún no sabemos dónde iban a usar el peligroso explosivo", dijo el comisario provincial de Policía de Nairobi, Anthony Kibuchi, en declaraciones que publica hoy el diario "The Standard".
Según este medio, "el pastor pidió los servicios del empleado de la cantera para montar la bomba y detonarla" y ambos fueron interceptados por la Policía ayer por la tarde, cuando viajaban en un vehículo todoterreno en el que llevaban la carga explosiva.
El pastor, agrega el periódico, pertenece a la secta evangélica conocida como Iglesia de la Visión y, según expertos de la Policía, "el explosivo intervenido podría haber derribado un edificio o causado grandes daños".
El incidente se ha producido un mes después de que dos explosiones en Nairobi mataran a seis personas e hirieran a más de un centenar en un acto político convocado por grupos cristianos favorables al "no" en el referéndum con el que Kenia decidirá el próximo 4 de agosto si adopta una nueva Constitución.
Líderes cristianos rechazan el texto constitucional porque podría permitir el aborto cuando peligra la vida de la madre y reconoce tribunales islámicos que la minoría musulmana en el país usa para resolver de manera informal asuntos matrimoniales y de herencias.
Los atentados de junio fueron el peor acto de violencia en Kenia desde los enfrentamientos que siguieron a las elecciones presidenciales de diciembre de 2007, en los que murieron unas 1.300 personas.
La violencia se detuvo cuando los dos principales líderes políticos del país, el ahora presidente Mwai Kibaki y el actual primer ministro Raila Odinga, firmaron un acuerdo para crear un gobierno de coalición encargado de toda una serie de reformas, incluida una nueva constitución.
Además, las autoridades han extremado las medidas de seguridad tras los atentados del pasado 11 de julio en Kampala, la capital de la vecina Uganda, a consecuencia de los que, hasta el momento, han muerto 76 personas y decenas siguen hospitalizadas con heridas graves.
El grupo islámico radical somalí Al Shabab asumió la autoría de esos atentados, cometidos por terroristas suicidas en un club de rugby y un restaurante donde se habían congregado cientos de personas para ver en pantallas gigantes de TV la final del Mundial de Fútbol en la que España ganó 1-0 a Holanda. EFE
"Era una bomba casera y hemos detenido a dos personas, una de ellas un pastor, pero aún no sabemos dónde iban a usar el peligroso explosivo", dijo el comisario provincial de Policía de Nairobi, Anthony Kibuchi, en declaraciones que publica hoy el diario "The Standard".
Según este medio, "el pastor pidió los servicios del empleado de la cantera para montar la bomba y detonarla" y ambos fueron interceptados por la Policía ayer por la tarde, cuando viajaban en un vehículo todoterreno en el que llevaban la carga explosiva.
El pastor, agrega el periódico, pertenece a la secta evangélica conocida como Iglesia de la Visión y, según expertos de la Policía, "el explosivo intervenido podría haber derribado un edificio o causado grandes daños".
El incidente se ha producido un mes después de que dos explosiones en Nairobi mataran a seis personas e hirieran a más de un centenar en un acto político convocado por grupos cristianos favorables al "no" en el referéndum con el que Kenia decidirá el próximo 4 de agosto si adopta una nueva Constitución.
Líderes cristianos rechazan el texto constitucional porque podría permitir el aborto cuando peligra la vida de la madre y reconoce tribunales islámicos que la minoría musulmana en el país usa para resolver de manera informal asuntos matrimoniales y de herencias.
Los atentados de junio fueron el peor acto de violencia en Kenia desde los enfrentamientos que siguieron a las elecciones presidenciales de diciembre de 2007, en los que murieron unas 1.300 personas.
La violencia se detuvo cuando los dos principales líderes políticos del país, el ahora presidente Mwai Kibaki y el actual primer ministro Raila Odinga, firmaron un acuerdo para crear un gobierno de coalición encargado de toda una serie de reformas, incluida una nueva constitución.
Además, las autoridades han extremado las medidas de seguridad tras los atentados del pasado 11 de julio en Kampala, la capital de la vecina Uganda, a consecuencia de los que, hasta el momento, han muerto 76 personas y decenas siguen hospitalizadas con heridas graves.
El grupo islámico radical somalí Al Shabab asumió la autoría de esos atentados, cometidos por terroristas suicidas en un club de rugby y un restaurante donde se habían congregado cientos de personas para ver en pantallas gigantes de TV la final del Mundial de Fútbol en la que España ganó 1-0 a Holanda. EFE
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