Poco se sabe del hijo del fallecido líder norcoreano. Empero, goza del apoyo del Ejército y de los ciudadanos para hacerse con el poder en el país asiático.
Corea del Norte anunció hoy la muerte de su "querido líder", Kim Jong-il, tras 17 de años dirigiendo el país más hermético del mundo, y prepara la sucesión por parte de su hijo menor, Kim Jong-un.
Un infarto de miocardio producido por la "fatiga física y mental" durante un viaje en tren fuera de la capital, Pyongyang, la mañana del sábado fue la causa de su muerte, según la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA).
El cuerpo de Kim descansará junto al de su padre en el Palacio Memorial de Kumsusan, uno de los puntos emblemáticos de Corea del Norte, tras el funeral de Estado que tendrá lugar en Pyongyang el día 28 de diciembre.
El poco conocido sucesor
Kim Jong-un, un personaje envuelto en el misterio (de hecho, se cree que nació en 1983), se prepara para tomar el mando en un sistema comunista basado, desde su origen en 1948, en la doctrina Juché que, ideada por su abuelo, llama a la autodeterminación y la soberanía de un pueblo coreano libre de injerencias extranjeras.
Kim Jong-un, que según comunicó hoy la KCNA goza del apoyo del Ejército y los ciudadanos para hacerse con el poder, ha sido promovido desde 2008, cuando el estado de salud de su padre empeoró notablemente tras sufrir una apoplejía, hecho que despertó entre las elites norcoreanas preocupación por la continuidad del régimen.
Desde entonces el joven ha alcanzado el rango de general de cuatro estrellas en el Ejército norcoreano y el cargo de vicepresidente de la Comisión Militar Central del Partido de los Trabajadores que, junto a sus apariciones públicas junto a Kim Jong-il, le han permitido ganar legitimidad como sucesor.