La copiloto Anju Khatiwada es una de las 71 víctimas mortales confirmadas del accidente de avión del pasado domingo en Nepal.
La copiloto Anju Khatiwada, una de las 71 víctimas mortales confirmadas del accidente de avión del pasado domingo en Nepal, sufrió el mismo destino fatal que su marido, que falleció mientras copilotaba un avión estrellado en el país del Himalaya hace 16 años.
El esposo de Khatiwada, Dipak Pokhrel, cubría una ruta doméstica de la aerolínea Yeti Airlines, que tenía como destino final el aeropuerto occidental de Jumla, y se estrelló después de que la tripulación decidiera abortar el aterrizaje por razones desconocidas.
"Desde entonces, Anju decidió seguir una carrera en la aviación", para dedicarse a lo mismo que su marido, dijo a EFE Sudarshan Bartaula, portavoz de Yeti Airlines, la aerolínea para la que trabajaba.
Khatiwada terminó su formación como piloto de aviación en Estados Unidos en 2010 e ingresó como piloto auxiliar del avión regional Jetstream 41 en 2019, antes de unirse a la flota ATR.
La copiloto completó su último entrenamiento a bordo de un aeroplano ATR-72 en la ciudad francesa de Toulouse, acumulando un total de 6.396 horas de vuelo en toda su carrera profesional antes del trágico accidente que acabó con su vida.
"PERDIMOS TODO"
El compañero de Khatiwada, el piloto Kamal K.C., también falleció en este siniestro aéreo, catalogado como uno de los más mortíferos de la historia del país del Himalaya.
"Nosotros [nuestra familia] perdimos todo", lamentó a EFE el tío de Kamal, Ram Babu K.C., mientras esperaba este martes a recuperar el cuerpo sin vida de su sobrino en el hospital universitario de Tribhuvan, en Katmandú.
"Murió el piloto, uno de los pilotos más experimentados. Esta es una gran pérdida para la nación", señaló Babu, que culpó de la muerte de Kamal y los pasajeros a las autoridades del país del Himalaya.
Oshin Ale Magar era una de las azafatas a bordo del avión que se estrelló el pasado domingo mientras cubría una ruta entre Katmandú y la turística ciudad de Pokhara.
Su familia, de origen indio, se encontraba en medio de los preparativos de un festival cuando se enteraron de la tragedia.
Su padre le aconsejó esa mañana que no fuese a trabajar para así pasar el día juntos, pero Magar insistió en que podían celebrar el festival una vez concluyese su jornada laboral, según informó la agencia de noticias india Press Trust India (PTI).
SEGUNDO ACCIDENTE EN UN AÑO
El accidente del pasado domingo es el segundo que Nepal registró en menos de un año, después de que el 29 de mayo un avión de la compañía Tara Air se estrellara en la localidad de Jomsom y murieran los 22 pasajeros a bordo.
Esta cifra de siniestros en Nepal ha llevado al país a ser objeto de sanciones internacionales por la falta de controles, y la Unión Europea prohibió en 2013 el acceso de aerolíneas nepalíes en su territorio.
Desde noviembre de 1960, cuando se registró el primer accidente aéreo en el país, más de 900 personas han muerto en accidentes de este tipo, según las estadísticas del organismo de aviación civil de Nepal.
"Esto debe tomarse en serio para que ninguna otra persona vuelva a perder la vida", sentenció Kamal.
EFE
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