La organización ecologista asegura que se eliminaron más de 70 mil puestos de guardabosques. Rusia acoge el 23% de la superficie boscosa del planeta.
La organización ecologista Greenpeace denunció hoy la eliminación de la figura del guardabosques en Rusia, país que acoge el 23 por ciento de la superficie boscosa del planeta (809 millones de hectáreas).
"Se eliminaron más de 70.000 puestos de guardabosques. Ahora, no hay nadie que se encargue de la vigilancia de los montes, sólo funcionarios en sus oficinas", aseguró a Efe Alexéi Yaróshenko, experto de Greenpeace.
Yaróshenko explicó que la ley forestal aprobada en 2006 y que entró en vigor al año siguiente eliminó la figura del guardabosques, la aviación forestal y entregó la responsabilidad de la protección de los bosques a las regiones y los arrendatarios.
"Nosotros siempre nos opusimos a la aprobación de esa ley, pero el Gobierno no nos hizo caso. Cada año se quemarán más y más árboles", dijo.
Esa ley benefició a los empresarios madereros, a los productores de celulosa y a los constructores de urbanizaciones, que desde ese momento podían cortar a su antojo los árboles en los bosques que hubieran arrendado.
El activista cifró en 2.000 millones de rublos (unos 50 millones de euros) el dinero asignado por las autoridades federales a las regiones en 2010 para combatir el fuego en sus territorios.
"El Gobierno se equivoca. Es muy poco dinero. Se necesitarían 30.000 millones (750 millones de euros) para garantizar la seguridad de los bosques en todo el país", comentó.
El primer ministro, Vladímir Putin, ha ordenado a la Fiscalía que dirima responsabilidades entre las autoridades locales por su inacción ante los incendios, aunque éstas responden que carecen de medios para prevenir los incendios en tan vasto territorio.
Yaróshenko vinculó la ola de calor más abrasador que se recuerda en la parte europea de Rusia, donde no llueve desde principios de junio, con el cambio climático.
"La diferencia con otros años es que este verano los incendios se producen en las regiones cercanas a Moscú. Normalmente, cuando se quema la tundra o los bosques siberianos, nadie acude a sofocar el fuego", dijo.
Los incendios forestales, que se han cobrado la vida de 48 personas, han arrasado desde principios de junio más de 650.000 hectáreas de bosques y arrasado pueblos enteros, lo que obligó a la evacuación de miles de personas.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, que declaró el lunes el estado de emergencia en siete regiones y decretó la movilización de las Fuerzas Armadas, reconoció que el país no está preparado para afrontar un desastre natural de tamaña magnitud.
Según el Ministerio de Situaciones de Emergencia, en las últimas veinticuatro horas se declararon 403 incendios en bosques y 13 fuegos en yacimientos de turba, un combustible vegetal altamente inflamable y difícil de apagar.
Actualmente, de acuerdo con los datos de Emergencia, en el país hay 520 incendios activos en una superficie de 188.500 hectáreas.
Debido a la falta de aviones y helicópteros para frenar el avance del fuego, que ha arrasado pueblos enteros, Medvédev aceptó la ayuda extranjera ofrecida por varios países.
-EFE-
"Se eliminaron más de 70.000 puestos de guardabosques. Ahora, no hay nadie que se encargue de la vigilancia de los montes, sólo funcionarios en sus oficinas", aseguró a Efe Alexéi Yaróshenko, experto de Greenpeace.
Yaróshenko explicó que la ley forestal aprobada en 2006 y que entró en vigor al año siguiente eliminó la figura del guardabosques, la aviación forestal y entregó la responsabilidad de la protección de los bosques a las regiones y los arrendatarios.
"Nosotros siempre nos opusimos a la aprobación de esa ley, pero el Gobierno no nos hizo caso. Cada año se quemarán más y más árboles", dijo.
Esa ley benefició a los empresarios madereros, a los productores de celulosa y a los constructores de urbanizaciones, que desde ese momento podían cortar a su antojo los árboles en los bosques que hubieran arrendado.
El activista cifró en 2.000 millones de rublos (unos 50 millones de euros) el dinero asignado por las autoridades federales a las regiones en 2010 para combatir el fuego en sus territorios.
"El Gobierno se equivoca. Es muy poco dinero. Se necesitarían 30.000 millones (750 millones de euros) para garantizar la seguridad de los bosques en todo el país", comentó.
El primer ministro, Vladímir Putin, ha ordenado a la Fiscalía que dirima responsabilidades entre las autoridades locales por su inacción ante los incendios, aunque éstas responden que carecen de medios para prevenir los incendios en tan vasto territorio.
Yaróshenko vinculó la ola de calor más abrasador que se recuerda en la parte europea de Rusia, donde no llueve desde principios de junio, con el cambio climático.
"La diferencia con otros años es que este verano los incendios se producen en las regiones cercanas a Moscú. Normalmente, cuando se quema la tundra o los bosques siberianos, nadie acude a sofocar el fuego", dijo.
Los incendios forestales, que se han cobrado la vida de 48 personas, han arrasado desde principios de junio más de 650.000 hectáreas de bosques y arrasado pueblos enteros, lo que obligó a la evacuación de miles de personas.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, que declaró el lunes el estado de emergencia en siete regiones y decretó la movilización de las Fuerzas Armadas, reconoció que el país no está preparado para afrontar un desastre natural de tamaña magnitud.
Según el Ministerio de Situaciones de Emergencia, en las últimas veinticuatro horas se declararon 403 incendios en bosques y 13 fuegos en yacimientos de turba, un combustible vegetal altamente inflamable y difícil de apagar.
Actualmente, de acuerdo con los datos de Emergencia, en el país hay 520 incendios activos en una superficie de 188.500 hectáreas.
Debido a la falta de aviones y helicópteros para frenar el avance del fuego, que ha arrasado pueblos enteros, Medvédev aceptó la ayuda extranjera ofrecida por varios países.
-EFE-
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