El valor accionarial de la empresa británica se ha reducido prácticamente a la mitad desde el accidente en su plataforma Deepwater Horizon del Golfo de México.
Las acciones de la petrolera británica BP recuperaban hoy parte de las pérdidas sufridas en los últimos días al avanzar más de un 5 por ciento en las primeras horas de cotización en la Bolsa de Londres.
Tras su cierre negativo del jueves, los títulos de la empresa empezaban la última jornada de la semana con mejor pie y ascendían 20,70 peniques, un 5,66 por ciento, a las 8:17 GMT, hasta los 386,20 peniques.
Esto contrasta con la caída del 12 por ciento que experimentaron en la apertura del mercado el jueves y el 16 por ciento que perdieron en la Bolsa de Nueva York.
El valor accionarial de BP se ha reducido prácticamente a la mitad desde el pasado 20 de abril, cuando se produjo el accidente en su plataforma Deepwater Horizon del Golfo de México (EEUU), en el que murieron 11 personas y que dio lugar a un vertido de petróleo con graves consecuencias para el medio ambiente.
La empresa ha sido objeto de duras acusaciones por parte de la Administración estadounidense, que le reclama que afronte todos los gastos, indemnizaciones, subsidios o multas que puedan derivarse de ese suceso.
El diario "Financial Times" se hace eco hoy de la preocupación de los accionistas en Londres por el alcance y el carácter de las demandas del Gobierno de EEUU, que ha insinuado, entre otras cosas, que BP debería asumir incluso los subsidios de los trabajadores que han perdido su empleo a raíz de la moratoria contra más exploraciones en el Golfo mientras se resuelve la situación causada por el vertido.
Las peticiones y acusaciones del Ejecutivo estadounidense han causado malestar en los círculos políticos y empresariales del Reino Unido, y está previsto que el primer ministro, David Cameron, trate el asunto con el presidente Barack Obama en una conversación telefónica este fin de semana.
Los inversores también están preocupados por el impacto financiero de la crisis del vertido en la compañía y temen que ésta se vea obligada a recortar o posponer el pago de dividendos previsto para el 27 de julio.
El FT señala que BP partía, para hacer frente a la situación, de una buena posición financiera, con una deuda por debajo de sus objetivos del 20 o 30 por ciento del capital empleado.
Esto le daría margen para pedir prestados unos 18.000 millones de dólares más antes de tocar ese techo.
Las previsiones de los analistas de Citigroup eran que su liquidez iba a mejorar el año que viene en unos 12.000 millones de dólares al año, pero esa cifra se basaba en un precio del petróleo de unos 80 dólares por barril, por encima de su cotización actual.
Según el FT, BP tiene margen para recortar gastos, pero ello perjudicaría el futuro de la compañía, que actualmente invierte al ritmo de un 70 por ciento de lo que lo hacen sus competidoras, como Shell.
El resultado de todo ello es que si el coste de subsanar el vertido asciende a 40.000 millones de dólares, como sugieren algunos analistas, en su mayoría por multas e indemnizaciones, ello podría socavar la capacidad de la firma de generar liquidez.
La posibilidad de que la Administración estadounidense siga aumentando su presión y reclamaciones hace que la dirección de BP y sus accionistas se planteen incluso la última opción, que la empresa tenga que ser comprada.
El periódico apunta que difícilmente los Estados Unidos dejaran de presionar antes de las elecciones a su Congreso del próximo noviembre, cuando posiblemente, con el vertido probablemente solucionado, se aparte la atención de BP.
-EFE-
Tras su cierre negativo del jueves, los títulos de la empresa empezaban la última jornada de la semana con mejor pie y ascendían 20,70 peniques, un 5,66 por ciento, a las 8:17 GMT, hasta los 386,20 peniques.
Esto contrasta con la caída del 12 por ciento que experimentaron en la apertura del mercado el jueves y el 16 por ciento que perdieron en la Bolsa de Nueva York.
El valor accionarial de BP se ha reducido prácticamente a la mitad desde el pasado 20 de abril, cuando se produjo el accidente en su plataforma Deepwater Horizon del Golfo de México (EEUU), en el que murieron 11 personas y que dio lugar a un vertido de petróleo con graves consecuencias para el medio ambiente.
La empresa ha sido objeto de duras acusaciones por parte de la Administración estadounidense, que le reclama que afronte todos los gastos, indemnizaciones, subsidios o multas que puedan derivarse de ese suceso.
El diario "Financial Times" se hace eco hoy de la preocupación de los accionistas en Londres por el alcance y el carácter de las demandas del Gobierno de EEUU, que ha insinuado, entre otras cosas, que BP debería asumir incluso los subsidios de los trabajadores que han perdido su empleo a raíz de la moratoria contra más exploraciones en el Golfo mientras se resuelve la situación causada por el vertido.
Las peticiones y acusaciones del Ejecutivo estadounidense han causado malestar en los círculos políticos y empresariales del Reino Unido, y está previsto que el primer ministro, David Cameron, trate el asunto con el presidente Barack Obama en una conversación telefónica este fin de semana.
Los inversores también están preocupados por el impacto financiero de la crisis del vertido en la compañía y temen que ésta se vea obligada a recortar o posponer el pago de dividendos previsto para el 27 de julio.
El FT señala que BP partía, para hacer frente a la situación, de una buena posición financiera, con una deuda por debajo de sus objetivos del 20 o 30 por ciento del capital empleado.
Esto le daría margen para pedir prestados unos 18.000 millones de dólares más antes de tocar ese techo.
Las previsiones de los analistas de Citigroup eran que su liquidez iba a mejorar el año que viene en unos 12.000 millones de dólares al año, pero esa cifra se basaba en un precio del petróleo de unos 80 dólares por barril, por encima de su cotización actual.
Según el FT, BP tiene margen para recortar gastos, pero ello perjudicaría el futuro de la compañía, que actualmente invierte al ritmo de un 70 por ciento de lo que lo hacen sus competidoras, como Shell.
El resultado de todo ello es que si el coste de subsanar el vertido asciende a 40.000 millones de dólares, como sugieren algunos analistas, en su mayoría por multas e indemnizaciones, ello podría socavar la capacidad de la firma de generar liquidez.
La posibilidad de que la Administración estadounidense siga aumentando su presión y reclamaciones hace que la dirección de BP y sus accionistas se planteen incluso la última opción, que la empresa tenga que ser comprada.
El periódico apunta que difícilmente los Estados Unidos dejaran de presionar antes de las elecciones a su Congreso del próximo noviembre, cuando posiblemente, con el vertido probablemente solucionado, se aparte la atención de BP.
-EFE-
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