Tarde o temprano sufriremos un terremoto de gran magnitud frente a nuestra costa central, tal como sucedió por última vez en 1746.
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El archipiélago japonés es una de las zonas con mayor actividad sísmica del mundo. El terremoto de 7.6 grados producido el lunes 1 forma parte de una larga cadena de fuertes sismos que han obligado a la población y al Estado a mantener una política de prevención y vigilancia. Basta ver los videos del comportamiento de ciudadanos en supermercados mientras el suelo temblaba para comprender que la población japonesa ha asumido una verdad incómoda que nos cuesta reconocer en el Perú: más matan el desorden y la improvisación que las ondas sísmicas. Aunque la densidad demográfica es muy superior a la peruana, en el Japón se respetan las normas de construcción dirigidas a evitar la mortalidad. No se construye en lugares susceptibles de verse afectados por deslizamientos e inundaciones, de la misma manera que todas las edificaciones están sometidas a exigencias constructivas para prevenir que se produzcan más daños que los inevitables. Es cierto que los sensores pueden permitir que se gane algunos segundos antes de que un sismo afecte zonas alejadas de su epicentro. En este caso, el epicentro se hallaba en la costa central a 500 kilómetros de Tokio, pero cerca de la zona no hay manera de prever la inminencia. Solo queda entrenar sistemáticamente a la población a través de simulacros para que cada uno sepa que no hay que correr, que hay que buscar calmadamente los lugares preestablecidos y mantenerse en comunicación a través de radios capaces de prescindir del sistema eléctrico. De esa manera uno se informa de la acción pública y en el caso de las poblaciones costeñas, de la eventualidad de un tsunami. Al mismo tiempo, el Japón cuenta con un sistema de salud adaptado a su necesidad. Tarde o temprano sufriremos un terremoto de gran magnitud frente a nuestra costa central, tal como sucedió por última vez en 1746. Más nos vale que cuando se produzca, hayamos mejorado nuestro urbanismo y aprendido cuál es el lugar más seguro en las inmediaciones de cada uno de nosotros.
Las cosas como son
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