Una muestra de sangre de Karol Wojtyla, una figura de cera del papa polaco y otros objetos personales recorrerán las diócesis del país hasta diciembre próximo.
Una gota de sangre y las reliquias del beato Juan Pablo II llegaron a México para que los feligreses católicos puedan venerarlas en el recorrido de cuatro meses que dará por todo el país a partir del próximo 25 de agosto.
En un vuelo que partió de Roma e hizo escala en Madrid, las reliquias aterrizaron "exitosamente" a Ciudad de México, tal y como señaló a su llegada el obispo auxiliar de Texcoco y secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Víctor René Rodríguez Gómez.
"Los obispos de México estamos muy agradecidos con Dios nuestro Padre por darnos esta inmensa alegría de tener entre nosotros las reliquias del "Peregrino de la Paz", las cuales veneraremos por cuatro meses recorriendo todo el territorio nacional", indicó Rodríguez.
Una muestra de sangre de Karol Wojtyla (1920-2005), extraída un día antes de morir y colocada en una cápsula de cristal, una figura de cera del papa polaco y otros objetos personales recorrerán las diócesis del país hasta diciembre próximo, detalló.
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Las reliquias no fueron mostradas a su llegada "dadas sus especiales condiciones por ser un objeto sagrado y por seguridad", pero "estarán disponibles el día 25 (de agosto)", explicó el obispo.
Será ese día cuando, a las 8.00 hora local (13.00 GMT), las reliquias se trasladarán desde la Nunciatura hasta la Basílica de Guadalupe, donde comenzarán su peregrinación.
México, segundo país con más católicos en el mundo después de Brasil, solicitó al Vaticano la visita de las reliquias unos meses después de que Juan Pablo II fuera beatificado en Roma por el pontífice Benedicto XVI.
-EFE-
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