Las huellas de los dientes de la persona que masticó el chicle sirvió para que los científicos determinaran que se trató de una mujer, de ojos azules y con piel y cabello oscuros.
Los científicos le han dado el nombre de Lola, una mujer de la Edad de Piedra, cuya identidad fue descubierta tras el hallazgo de un “chicle” de más de 6.000 años de antigüedad encontrada en el yacimiento arqueológico de Syltholm, al sur de Dinamarca.
La goma de mascar, que aún conservaba rastros de ADN humano, ha permitido a los científicos saber que fue masticado por una mujer. Los estudios también revelaron detalles sobre su apariencia física y hasta sobre lo que había comido ese día.
"Por primera vez, un genoma humano antiguo y completo ha sido recuperado en algo diferente a huesos o dientes", explicó a la AFP Hannes Schroeder, de la universidad de Copenhague, coautor del estudio, publicado esta semana en la revista Nature Communications.
¿Quién es Lola?
Las huellas de los dientes de la persona que lo masticó estaban perfectamente marcadas y esto sirvió para que los científicos determinaran que se trató de una mujer, de ojos azules y con piel y cabello oscuros.
Según la información recogida por la BBC, Lola estaba más vinculada con los cazadores-recolectores de la Europa continental que con los que vivían en el centro de Escandinavia. Los investigadores presumen que la mujer descendía de una población de colonos que se trasladó desde Europa Occidental luego de retirarse de los glaciares.
¿Cómo vivió esta mujer de la Edad de Piedra?
Esta "preciosa fuente de ADN antiguo", una especie de pasta de color oscuro, obtenida de la corteza del abedul, permitió a los científicos conocer el estilo de vida de los habitantes antiguos de esta zona. Hallar muestras genéticas de avellana y ánade real, sugieren parte de la alimentación de esta población.
"Es el sitio más grande de la Edad de Piedra en Dinamarca y los hallazgos arqueológicos sugieren que las personas que ocuparon el enclave estaban explotando en gran medida los recursos silvestres en el Neolítico, que es el período en que la agricultura y los animales domesticados se introdujeron por primera vez en el sur de Escandinavia", precisa a la BBC, Theis Jensen de la Universidad de Copenhague.
Los científicos también pudieron descubrir, gracias al ADN extraído, microbios bucales y virus como el que causa la neumonía o la mononucleosis infecciosa.
ADN hallado en un “chicle”
"Syltholm es realmente un lugar único. Todo quedo enterrado bajo una capa de lodo y la preservación de los restos es maravillosa", explicó en un comunicado el coautor del estudio, Theis Jensen, también de la Universidad de Copenhague.
Los científicos no saben con certeza por qué masticaba esta pasta: tal vez se usaba como pegamento y masticarla la ablandaba, tal vez era buena para aliviar el dolor de dientes porque tiene propiedades antisépticas o tal vez era utilizada como pasta dentífrica o incluso para saciar el apetito. "Esto también nos puede ayudar a entender cómo los agentes patógenos evolucionaron y se propagaron con el paso del tiempo y qué les hace particularmente virulentos en un cierto contexto", explica Hannes Schroeder.
La goma de mascar tenía también restos vegetales y animales, concretamente rastros de avellana y de pato, que hace pensar que era lo que había comido la mujer, justo antes de meterse en la boca la pasta de abedul.
(Con información de AFP)
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