Trump cumplió con la costumbre que rige cada encuentro entre un jefe de Estado y el papa en el Vaticano con obsequios relacionados a la figura de Martin Luther King Jr.
Las audiencias del papa Francisco en el Vaticano con jefes de Estado están regidas por un protocolo que incluye el intercambio de regalos. El presidente de EEUU, Donald Trump, cumplió obsequiándole a Francisco una colección de obras de Martin Luther King, una pieza del monumento de granito que honra al activista afroamericano en Washington y una escultura de bronce.
Los regalos. El papa y Trump se reunieron en el Vaticano durante 27 minutos y después procedieron a la entrega de regalos y a la presentación de la delegación estadounidense. Según la Casa Blanca, entre los obsequios presentados por el mandatario al pontífice se encuentra una colección de libros escritos por King. Uno de esos libros, The Strength to Love (1963), lleva la firma del activista asesinado en 1968.
Trump también regaló una pequeña pieza del monumento de granito en honor a King situado en Washington, en homenaje a la "esperanza, visión e inspiración" del activista "para las generaciones venideras", según la Casa Blanca. Junto a los libros y la pieza del monumento se entregó también una fotografía del discurso que el papa ofreció ante una sesión conjunta del Congreso de EEUU en septiembre de 2015 y en el que celebró el legado de King.
Intercambio. El papa recibió también una escultura de bronce hecha a mano por un artista estadounidense no identificado y que representa "la esperanza en un mañana pacífico al evocar dos valores universales: la unidad y la resistencia", explicó el Gobierno estadounidense. Francisco entregó al presidente sus tres escritos principales: las encíclicas Evangelii Gaudium y Laudato Si y la exhortación Amoris Laetitia, y su último mensaje de la jornada de paz.
Trump le prometió al papa que leería los que le regaló. El regalo más simbólico, sin embargo, fue el medallón de bronce que regala el papa a muchos jefes de Estado, que representa un olivo que crece entre una piedra partida. El religioso explicó al norteamericano, con ayuda de su intérprete, que le gusta regalarlo para que los mandatarios sean "unión para la paz". (Con información de EFE)
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