La tormenta ha provocado las lluvias más graves desde 1967. Algunas ciudades permanecen sin luz y con vientos de 100 kilómetros por hora.
Casi 60 personas han muerto por el impacto de un tifón que azota el archipiélago de Filipinas. Algunas ciudades se encuentran sin energía eléctrica y se han suspendido todos los vuelos de y hacia el país asiático, según informaron fuentes gubernamentales.
Se trata del peor desastre de este tipo en Manila desde 1967, añadió la fuente. Vientos de 100 kilómetros por hora y lluvias afectan la capital.
En seis horas han caído 341 milímetros de agua. La presidenta Gloria Macapagal Arroyo, ha lanzado un llamamiento a la donación de ropa, mantas, alimentos y agua potable. "Pido a nuestros compatriotas, especialmente a los residentes del centro de Manila y otras provincias afectadas por el paso del tifón, que permanezcan en calma, atiendan las instrucciones de las autoridades y la defensa civil", solicitó Arroyo en un discurso televisado.
Al menos 47 personas han muerto, la mayoría ahogadas, sólo en la provincia de Rizal, al este de Manila, según reveló el gobernador de la provincia en declaraciones a una radio local. Otras 11 personas murieron aplastadas por muros o ahogadas en la capital, también según fuentes oficiales.
Las autoridades han declarado el estado de calamidad en la capital y otras 25 zonas de la isla de Luzón, la más importante del archipiélago con el fin de facilitar las labores de rescate y envío de ayudas.
Según los servicios meteorológicos filipinos este tifón ha provocado las lluvias más graves desde 1967.
Se trata del peor desastre de este tipo en Manila desde 1967, añadió la fuente. Vientos de 100 kilómetros por hora y lluvias afectan la capital.
En seis horas han caído 341 milímetros de agua. La presidenta Gloria Macapagal Arroyo, ha lanzado un llamamiento a la donación de ropa, mantas, alimentos y agua potable. "Pido a nuestros compatriotas, especialmente a los residentes del centro de Manila y otras provincias afectadas por el paso del tifón, que permanezcan en calma, atiendan las instrucciones de las autoridades y la defensa civil", solicitó Arroyo en un discurso televisado.
Al menos 47 personas han muerto, la mayoría ahogadas, sólo en la provincia de Rizal, al este de Manila, según reveló el gobernador de la provincia en declaraciones a una radio local. Otras 11 personas murieron aplastadas por muros o ahogadas en la capital, también según fuentes oficiales.
Las autoridades han declarado el estado de calamidad en la capital y otras 25 zonas de la isla de Luzón, la más importante del archipiélago con el fin de facilitar las labores de rescate y envío de ayudas.
Según los servicios meteorológicos filipinos este tifón ha provocado las lluvias más graves desde 1967.
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