Expertos señalan que puede asumirse que las muertes han sido principalmente por ahogamiento y esto confirma que las comunidades del noreste han sido las más afectadas por el desastre.
Más de la mitad de los fallecidos a causa del terremoto y el tsunami en el noreste de Japón del pasado 11 de marzo tenía 65 años o más, y la mayoría murió ahogada, según datos de la Policía nipona divulgados por la agencia local Kyodo.
Los últimos datos recopilados sobre la tragedia hablan de 13.843 fallecidos y 14.030 desaparecidos, según informó hoy la policía.
De los 9.112 muertos en las provincias de Iwate, Miyagi y Fukushima cuya identidad está confirmada, 4.990 o un 54,8 por ciento tenía 65 años o más.
Esta cifra es más del doble de lo que esta franja de edad representaba en las tres regiones en los censos previos al 11 de marzo.
Según datos de la policía de la provincia de Miyagi, de las 8.015 muertes confirmadas hasta el 10 de abril, 7.676 (el 95,8 por ciento) fueron por ahogamiento a causa del tsunami.
Expertos señalaron que también puede asumirse que en las otras dos provincias las muertes han sido principalmente por ahogamiento y que esto confirma que las ya de por sí envejecidas comunidades del noreste han sido las más afectadas por el desastre.
A día de hoy, se han confirmado 8.412 muertes en Miyagi, 3.981 en Iwate y 1.387 en Fukushima.
Las cifras muestran una clara diferencia con el terremoto que afectó a la zona de Kobe en 1995, donde la mayoría de las víctimas falleció a causa de los derrumbamientos producidos por el seísmo.
Fumihiko Imamura, experto en tsunamis de la Universidad de Tohoku, afirmó que, de las ciudades que se planifiquen a partir de ahora, aquellas alejadas de la costa serán las más seguras para los residentes de la tercera edad. EFE
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