A lo largo de 70 kilómetros, los fieles se movilizaron para venerar a la patrona de Argentina en una multitudinaria misa oficiada por el arzobispo de Buenos Aires.
Más de un millón de personas participaron en Argentina de la tradicional peregrinación a la Basílica de la Virgen de Luján, donde el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, pidió hoy "una Patria para todos" sin "odio ni desprecio".
A lo largo de 70 kilómetros, los fieles se movilizaron para venerar a la patrona de Argentina en una multitudinaria misa en la que aprovecharon para agradecer, pedir o cumplir con su promesa de completar la peregrinación.
"Que todos tengan cabida. Que no haya sobrantes, excluidos ni explotados. Que nadie sea despreciado. Que no crezca el odio entre nosotros. Que el rencor, ese yuyo (hierbajo) amargo que mata, no eche raíces en nuestro corazón", pidió el cardenal primado Bergoglio en la misa.
Portavoces de la Policía y de la Iglesia estimaron que más de un millón de personas participó de la trigésima sexta edición de la movilización, que comenzó este sábado en el barrio porteño de Liniers.
Bajo el lema "Madre, queremos una Patria para todos", la peregrinación contó con una variopinta participación, en la que un grupo de feligreses transportó una bandera argentina de unos 50 metros.
Otro, mientras, portó una pancarta con la leyenda "María, tu mirada denuncia la injusticia del aborto", en momentos en que algunos legisladores buscan debatir la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en el Parlamento.
"Madre queremos una Patria renovada en la fraternidad" y como "tantos otros años te pedimos no nos sueltes de tu mano, sabemos en quien pusimos nuestra confianza", dijo el arzobispo Bergoglio al encabezar la misa posterior a la caminata.
La peregrinación, que se realiza desde 1975 y comenzó siendo una marcha de jóvenes a Luján, se ha convertido en una demostración de fe que trasciende fronteras, ya que numerosos fieles de países vecinos viajan especialmente para realizar el trayecto a pie.
La primera caminata de jóvenes, organizada por un sacerdote, reunió a 30.000 personas y desde entonces la cantidad de participantes se ha incrementado.
-EFE
A lo largo de 70 kilómetros, los fieles se movilizaron para venerar a la patrona de Argentina en una multitudinaria misa en la que aprovecharon para agradecer, pedir o cumplir con su promesa de completar la peregrinación.
"Que todos tengan cabida. Que no haya sobrantes, excluidos ni explotados. Que nadie sea despreciado. Que no crezca el odio entre nosotros. Que el rencor, ese yuyo (hierbajo) amargo que mata, no eche raíces en nuestro corazón", pidió el cardenal primado Bergoglio en la misa.
Portavoces de la Policía y de la Iglesia estimaron que más de un millón de personas participó de la trigésima sexta edición de la movilización, que comenzó este sábado en el barrio porteño de Liniers.
Bajo el lema "Madre, queremos una Patria para todos", la peregrinación contó con una variopinta participación, en la que un grupo de feligreses transportó una bandera argentina de unos 50 metros.
Otro, mientras, portó una pancarta con la leyenda "María, tu mirada denuncia la injusticia del aborto", en momentos en que algunos legisladores buscan debatir la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en el Parlamento.
"Madre queremos una Patria renovada en la fraternidad" y como "tantos otros años te pedimos no nos sueltes de tu mano, sabemos en quien pusimos nuestra confianza", dijo el arzobispo Bergoglio al encabezar la misa posterior a la caminata.
La peregrinación, que se realiza desde 1975 y comenzó siendo una marcha de jóvenes a Luján, se ha convertido en una demostración de fe que trasciende fronteras, ya que numerosos fieles de países vecinos viajan especialmente para realizar el trayecto a pie.
La primera caminata de jóvenes, organizada por un sacerdote, reunió a 30.000 personas y desde entonces la cantidad de participantes se ha incrementado.
-EFE
Video recomendado
Comparte esta noticia