El presidente de facto de Honduras indicó además que las elecciones generales, previstas para el 29 de noviembre próximo, no se van a detener.
El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, afirmó que él deja el poder si el derrocado gobernante, Manuel Zelaya, también se hace a un lado.
"Si yo soy obstáculo, me hago a un lado, pero también exijo que se haga a un lado este señor (Zelaya) que le ha causado daño al país", expresó Micheletti a la misión de la OEA que visita Tegucigalpa en el marco del diálogo para superar la crisis política hondureña.
Micheletti pidió que se entienda "la situación interna" de Honduras, agregó Micheletti, quien además dijo que cualquier solución interna debe ser enmarcada en la Constitución.
Como ha dicho en estos últimos meses, insistió en que asuntos como decretar una amnistía o posponer los juicios que hay pendientes contra Zelaya, son temas que los deciden el Parlamento y la Corte Suprema de Justicia.
Micheletti también indicó en tono enérgico a la misión de cancilleres y otros representantes de países americanos, España, la OEA y las Naciones Unidas que asisten al diálogo, que las elecciones generales del 29 de noviembre próximo no se van a detener, salvo que "manden un ataque o que nos invadan".
A los enviados de la OEA también les recordó que cuando se inició la crisis no escucharon a las nuevas autoridades sobre las razones por las que Zelaya fue separado del poder y el Gobierno que preside fue sentenciado "en 20 minutos en aquella sesión de la OEA", del 4 de julio.
Después, Micheletti agradeció a la misión de la OEA "infinitamente por la buena voluntad" de volver al país, pero recalcó que "es necesario conocer la verdad de lo que pasó" el 28 de junio pasado, cuando Zelaya fue derrocado.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, le expresó a Micheletti su preocupación por la situación que está viviendo el depuesto presidente Zelaya en la Embajada de Brasil, desde el 21 de septiembre pasado.
Al respecto, Insulza le planteó a Micheletti la posibilidad de que se mejoren las condiciones de Zelaya o que se le traslade a otro sitio, sobre lo que el secretario general de la OEA no tuvo respuesta del presidente de facto.
Insulza también le dijo a Micheletti que preocupan los toques de queda, la privación de otras garantías constitucionales y el cierre de un canal de televisión y una radio.
Micheletti indicó que la radio que ha sido cerrada, incitaba a la violencia, "a la guerra" en el país.
EFE
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